Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero reaparecían hace una semana en la capitanía de Podemos para lanzar dardos muy envenenados contra Yolanda Díaz. Hay malestar en la formación morada por la creación de Sumar y la universidad de otoño del partido sirvió para que los antiguos dirigentes le pidieran "respeto". ElNacional.cat entrevista unos días más tarde a Juan Carlos Monedero en un café del barrio madrileño de Malasaña. Insta a la vicepresidenta a "unificar" las izquierdas españolas, matiza las declaraciones que ha hecho sobre el 155 y habla sobre Carles Puigdemont, Artur Mas, el 15-M y el Procés.

Juan Carlos Monedero / Foto: Ana Beltrán

¿Qué hacía usted la semana pasada en la universidad de otoño de Podemos?
Ejercer el papel adecuado de un intelectual que no ha tenido nunca cargos de representación popular, cosa que le ha dado independencia, pero que está muy preocupado por la deriva de un espacio muy grande en España que está fragmentado.

¿A qué se refiere concretamente cuando habla de espacio?
A la izquierda. El espacio que Podemos unificó en 2014 y que llegó a sumar 5 millones de votos; una unificación que sirvió para conseguir ayuntamientos de cambio y para romper el bipartidismo. Pero el principal objetivo del bipartidismo es fragmentar, y en mi discurso del domingo pasado trataba de animar a las personas que tienen más responsabilidad a asumir la tarea por la cual se les ha señalado y vuelvan a unificar el espacio.

Está hablando de Yolanda Díaz. ¿Qué pasa con ella?
Podemos hizo que Yolanda Díaz fuera vicepresidenta del Gobierno después de haberla hecho ministra, y todo en contra del criterio de su propio partido, el Partido Comunista. Podemos sacrificó un lugar en el Gobierno para entregarlo al PCE, y además le encargó representar el espacio, cosa que no ha hecho.

¿Por qué?
Porque el proceso de transmisión de aquella responsabilidad se hizo mal. Se tendría que haber celebrado un congreso para escoger candidata, y la urgencia de la salida de Pablo Iglesias se hizo mal. Yolanda Díaz no se vio obligada a hacer nada que le dijera Podemos. Allí ella empieza a marcar las formas, cosa que la lleva a celebrar en noviembre del 2021 un acto en Valencia con Ada Colau, Mònica Oltra y Mónica García; nadie de Podemos. Sus asesores la han convencido de que Podemos está acabado. Ella quiere que Sumar sea la fuerza central de la izquierda.

¿Y eso no es legítimo?
Sí, sí que lo es. Pero lo tiene que sincerar.

Juan Carlos Monedero / Foto: Ana Beltrán

Podemos tiene la marca, y Yolanda Díaz tiene el liderazgo. ¿No es posible una coalición con Sumar con el fin de hacer las paces y que ella sea la candidata morada en las próximas elecciones?
Le falta claridad ideológica. Ha habido encontronazos con la guerra de Ucrania, con el veto a Victoria Rosell por el CGPJ, la gestión de la reforma laboral... La solución pasa por una reunión entre Yolanda Díaz e Ione Belarra. Que se sienten y ella admita que no ha estado respetando a Podemos, y que sea honesta con cuáles son sus objetivos. Su riesgo es convertirse en la nueva Izquierda Unida; y no hay mayor error que gustar al bipartidismo.

¿Y qué tiene que proponer Ione Belarra?
Si van separados, será un fracaso. Si Yolanda Díaz no es capaz de unificar el espacio, la decisión de haberla designado como sucesora de Pablo Iglesias fue un error. Sobre todo por las formas, porque como candidata es muy buena: es dialogante y despierta mucho calor entre la gente. Sus grandes errores han sido escuchar aquellos que le pedían prescindir de Podemos y las cesiones.

¿Cómo ha pasado Podemos de tener 71 diputados a estar tan encogido y fragmentado?
Hay dos cosas. En primer lugar, ha sido víctima de un ataque coordinado del bipartidismo con las cloacas y los medios de comunicación. Cuando te disparan por todas partes, al final te hacen daño y te acaban demonizando, y los ataques que hemos sufrido nosotros no se sufrían desde la Segunda República.

¿Y la autocrítica?
La otra cosa es que Podemos ha sido una máquina electoral a la que le ha faltado más esfuerzo en la construcción del partido. El primer secretario de organización que tuvo el partido, Sergio Pascual, traicionó su promesa de lealtad al secretario general y, junto con Íñigo Errejón, conspiraron contra Pablo Iglesias. Después le tocó a Pablo Echenique, que hizo muy buen trabajo, pero tuvo dificultades para ocupar todo el territorio. Posteriormente, ocupó la posición Albert Rodríguez, y coincidió en que fue padre. Con Lilith Verstrynge se puede decir que por primera vez Podemos tiene un secretario de organización.

Juan Carlos Monedero / Foto: Ana Beltrán

Dejemos de lado a Podemos. ¿Se cree que Carles Puigdemont recibiera emisarios del PSOE en Waterloo?
Sería sensato que fuera verdad porque arrastramos un problema político territorial desde hace tiempo y es complicado de solucionar porque España está mal enseñada y mal aprendida. Tenemos una monarquía que dificulta un acuerdo republicano federal, una opción que es sensata; no como el corredor sin salida que representa la independencia.

Alguna vez se ha mencionado desde el progresismo español la posibilidad de volver al Estatut para solucionar el conflicto político, pero usted habla de una cosa que va más allá.
Porque cuando las cosas se rompen no es tan sencillo deshacer y hacer ver que no ha pasado nada. El Estatut era adecuado en aquel momento, pero ahora hay mucha gente que aquello le parecerá poco. Lo que hace falta es que los catalanes hablen y puedan evaluar las bondades que representa quedarse en España.

¿La ley de claridad tiene cabida en el estado español?
Es que a veces parece que seamos rehenes de la Constitución y de las decisiones que tomaron los Dioses. La política significa gestionar cada momento concreto; y los márgenes son solo políticos. Si hay una mayoría política capaz de tomar esta decisión, se buscará la creatividad legal y constitucional para sacarlo adelante.

Sí, pero eso en el estado español es imposible.
Eso es lo que se plantea cuando solamente se quiere justificar la posición independentista. ¡El estado ya es asimétrico! Los madrileños no hemos votado nunca ningún Estatuto y tampoco hemos pedido nunca policía propia. Una de las muchas cosas que ha hecho bien Podemos es enderezar la dirección del Gobierno. El bipartidismo antes se fundamentaba en el apoyo de la burguesía corrupta de Jordi Pujol y en la burguesía del PNV, que no era tan corrupta, pero sí clientelar. Y a través de Podemos se puede crear una solución conjunta desde las izquierdas.

Juan Carlos Monedero / Foto: Ana Beltrán

Usted generó mucha polémica en 2017 por unas declaraciones sobre el 155 que después matizó. ¿Cinco años después, el 155 se tenía que aplicar, sí o no?
El 155 es un artículo que se encuentra en todas las constituciones federales del mundo. Si una de las partes de un estado sobrepasa sus competencias, hay un artículo que permite al estado evitarlo. El problema fue la manera como se aplicó.

¿Qué quiere decir eso?
Lo que no podían hacer era cargarse la soberanía popular. Tenían que mantener a los gobernantes y únicamente invalidar las decisiones que habían sobrepasado el límite constitucional. Los 155 son sensatos; es una cuestión de lógica constitucional. Lo que tampoco podían hacer era colocar en la cárcel a los líderes independentistas en nombre del 155.

Pero no fue el 155 lo que colocó a los presos políticos entre rejas.
No, pero todo iba acompañado. Lo que yo critico es que el 155 se utilizó para masacrar al gobierno independentista, y no tenían derecho a eso. El Govern no es ilegítimo, porque ha sido escogido por el pueblo.

A Puigdemont le encantaría recuperar la relación histórica con el PP

Estos días la sedición es la protagonista de la actualidad…
Tenemos que repensar buena parte de los delitos y mirarlos con otra óptica. Tenemos que tener en cuenta que quien cometerá normalmente los delitos contra la Constitución es la derecha. La derecha es quien asalta el Capitolio norteamericano y quien persigue a los homosexuales en Hungría.

¿Y la derecha es quien hace la Declaración de Independencia? Desde Podemos se ha vinculado siempre al independentismo con la derecha.
En Madrid ha costado mucho entender la parte más participativa e insurgente del Procés. No se ha acabado de entender, porque es evidente que Artur Mas de golpe se apuntó al 15-M porque iba a perder las elecciones, y aquel 15-M acaba derivando en el Procés, y por eso no nos lo hemos mirado con simpatía.

¿Cómo? ¿Considera que el Procés deriva del 15-M?
El 15-M en Catalunya fue derivando hacia una contestación al bipartidismo y la monarquía, y poco a poco va cogiendo tintes soberanistas e independentistas. Artur Mas iba a perder las elecciones y ve en eso una oportunidad para sobrevivir. Da un giro de 180 grados y aquellos que pedían encerrar en la cárcel a los que rodearon el Parlament son los mismos que después, precisamente, piden rodear el Parlament. No me resultaba creíble. Igual que Puigdemont, a quien le encantaría recuperar la relación histórica con el PP.

Ha aparecido Puigdemont de nuevo. ¿Volviendo al inicio, y para terminar, cree que tendría que aceptar la supuesta propuesta del PSOE y presentarse ante la justicia española?
Yo siempre he defendido la desobediencia civil. Oriol Junqueras ya le dijo a Carles Puigdemont qué tenía que hacer. Uno en la prisión y el otro libre… Puigdemont corre el riesgo de convertirse en una caricatura sostenida por gente que sabe que detrás no hay ninguna caricatura. Yo no soy nadie para decirle a la gente qué tiene que hacer, y menos cuando por el medio está la prisión y jugarte tu propia libertad. Cuando se repase la historia reciente de Catalunya ya se verá dónde ha estado cada uno en cada momento.