El secreto de un buen arroz es dedicarle tiempo, cocinar el caldo y el sofrito reposadamente, sin prisas, e ir añadiendo cada nuevo ingrediente en el momento preciso. Aficionado a los fogones, Pere Aragonès (Pineda de Mar, 1982) aplica la receta de su plato estrella al camino hacia la independencia. La condena de Oriol Junqueras precipitó su salto al frente de ERC. Si consigue ser investido, se convertiría en el president más joven de la historia. El aspirante a la presidencia de los republicanos lleva media vida militando en el independentismo. Comenzó hace veinte años cuando, como le gusta recordar, eran solo cuatro gatos. Ahora su partido se ha lanzado a la conquista del cinturón rojo de los socialistas. Lo hacen poniendo apellido a su independentismo: de izquierdas, recuperando así el eje izquierda-derecha en las elecciones catalanas. Los sondeos auguran una noche electoral de infarto, con un empate técnico a tres entre ERC, Junts y el PSC. Todos combaten un enemigo común e imponderable, la abstención.
¿Cree que la gestión de la pandemia le pasará factura a ERC, que ha estado al frente de las áreas más afectadas?
Nosotros no tenemos ningún problema en asumir la responsabilidad de las áreas de más dificultad o complejidad, por eso nos presentamos a las elecciones. Ante una situación de dificultad como ha sido la segunda o la tercera ola, hemos tenido oportunidades de abandonar el barco. Cuando inhabilitaron al president Torra, yo podría haber hecho como hizo Salvador Illa: intentar proteger los votos y no trabajar. Y estuvimos allí, asumiendo que quizás había un desgaste político, sí, pero para mí es más importante salvar vidas que salvar votos.
¿Les da un poco de aire que empiece a bajar la curva de cara al 14-F?
El impacto electoral no me importa, me importa la vida de la gente. Estamos consiguiendo doblegar la tercera ola con menos contagios que la segunda. En términos hospitalarios sí que se han superado el número de UCI, en unos meses de invierno muy difíciles, pero cada vez que nos enfrentamos a una nueva ola de la Covid lo hacemos con más recursos, la doblamos con menos contagios y dando más apoyo a los sectores afectados.
¿Hay riesgo real de que no se conozcan los resultados de las elecciones la misma noche del 14-F?
Yo tengo toda la confianza en el dispositivo electoral, en la administración electoral, en las juntas electorales de zona, en los ayuntamientos y en todo el mundo que tiene que hacer posible que a pesar de la pandemia sea una jornada electoral lo más normal posible. Siempre puede pasar cualquier desgracia, pero lo que es cierto es que a día de hoy tenemos la práctica totalidad de las mesas ya garantizadas, y quedan seis días por delante que se acabarán de hacer los ajustes. Probablemente podrá haber alguna incidencia un poco más alta que en unas elecciones normales, porque estamos en pandemia, pero se ha estado trabajando, preparando la parte logística, y podemos estar tranquilos, siendo conscientes de que, precisamente para evitar especulaciones y dudas, defendíamos que las elecciones fueran más adelante.
Se ha hablado mucho de lo que debería hacer el independentismo si supera el 50%, ¿pero qué tiene que hacer si no supera la mitad de los votos y puede gobernar?
Seguir defendiendo el referéndum y la amnistía, que tienen apoyo más allá del independentismo. La frontera del 50% es importante porque un proyecto tan transformador como la independencia de Catalunya —que la queremos para cuanto antes mejor— necesita de unas mayorías internas incuestionables, de una fuerza interna y de una legitimidad interna que nos sirve para explicarnos en el mundo, para que nadie tenga ninguna duda que este país quiere la independencia. Por eso nos marcamos el 50%. En todo caso, nosotros nunca hemos tenido miedo de avanzar. Hace más de veinte años que estoy implicado en el activismo independentista. Cuando empecé éramos muy pocos, con los dedos de las dos manos a duras penas podías contar los diputados independentistas en el Parlament. Hoy somos 70. Si hemos hecho este recorrido, tenemos un recorrido por delante todavía mayor.
La maquinaria de propaganda de CiU todavía aguanta
¿La próxima legislatura será la que culminará el procés para llegar a la independencia?
Eso depende de nosotros, de la fuerza interna que seamos capaces de reunir, de los apoyos internacionales que seamos capaces de conseguir, de la posibilidad que tenemos ahora de trenzar la voluntad de independencia con la voluntad de más justicia social, de más igualdad de oportunidades. Para hacer eso necesitamos un cambio, para unir la voluntad de justicia social e independencia necesitamos un cambio en la presidencia de la Generalitat: que haya un president independentista y de izquierdas.
¿Quiere decir con eso que el hecho de que Junts tuviera la presidencia les ha atado de manos para poder hacer políticas más de izquierdas?
Es evidente que es muy diferente una presidencia del centroderecha independentista que una presidencia del independentismo de izquierdas. La presidencia de la Generalitat imprime carácter al Govern, marca orientación.
¿Quiere decir que la presidencia de Torra ha tirado estas políticas hacia la derecha?
En todo caso, el president Torra representaba a JxCat, que es una formación política que además en las últimas elecciones se presentaba como una coalición de CDC. Evidentemente que eso ha marcado. Hemos tenido dificultades con los presupuestos de 2020 porque el ala más conservadora de JxCat frenaba algunas medidas. Conseguimos, sin embargo, superar los vetos y acordamos unos presupuestos claramente ambiciosos.
La candidata de Junts, Laura Borràs se considera más de izquierdas que Salvador Illa...
En todo caso que se entiendan con el señor Canadell, que hace propuestas en una línea claramente neoliberal o con otros miembros de su candidatura. Cuando un partido no tiene definida su ideología, existe el riesgo de que se acabe dejando llevar por la corriente dominante. Y la corriente dominante los últimos años, desgraciadamente, en el conjunto de la política europea, no ha sido el de la izquierda. Ahora, con la pandemia, se ha puesto en valor lo público y colectivo. La reconstrucción, ahora, la tenemos que hacer desde la izquierda. En estas elecciones no sólo se trata de garantizar un president independentista, sino que se trata también de una presidencia de la Generalitat dirigida desde la izquierda, con esta mirada social, entendiendo que hay que trenzar el independentismo con el cambio social.
En todo caso, entiendo que no ubicaría a Junts per Catalunya a la izquierda, ni como un partido progresista...
No, porque si no, formarían parte de ERC. No se presentarían por separado, si fueran de izquierdas, republicanos e independentistas. Porque desde hace 90 años hay una fuerza que es así.
No ubicaría JxCat a la izquierda, si no, formarían parte de ERC, no se presentarían por separado
Canadell (Junts) plantea que en dos o tres años tiene que llegar la independencia, ¿cree que es viable?
La cuestión no es expresar el deseo, sino cómo llegamos, porque el deseo de llegar a la independencia yo lo tengo desde que era un adolescente. La cuestión es cómo llegamos, y tenemos que llegar con la mayoría del país detrás. No podremos llegar a la independencia si no tenemos con nosotros áreas que son importantísimas para el país donde hay una parte muy importante de la población. Por eso en ERC nos planteamos ganar las elecciones también en el área metropolitana de Barcelona. El independentismo que es competitivo ante un PSC que ha asumido el discurso de Cs, el independentismo que ha decidido ir a batallar, a explicar el proyecto, a convencer especialmente a los votantes de estos ámbitos donde siempre había gobernado el PSC, es ERC. Por eso decimos que somos el independentismo más útil. Es el independentismo que ayuda a sumar más independentistas. Mi adversario no es ni Laura Borràs, ni Dolors Sabater, ni Jéssica Albiach. Son aliados en la causa del derecho a la autodeterminación y de la amnistía.
Si el independentismo se queda en casa, Vox decidirá quién es el president
Ustedes son el partido con más frontera de voto. Y se han lanzado a la caza del electorado de izquierdas que hasta ahora no ha militado en la independencia. ¿No cree que con esta maniobra de seducción, queriendo tirar el anzuelo a los socialistas, corren el riesgo de perder su núcleo duro, a los independentistas de toda la vida?
Sumar votos a la causa de la independencia nunca puede ser incompatible con aquellos que ya han votado independencia. Hacer nuevos votos independentistas no es incompatible con continuar con el voto independentista que hemos tenido los últimos años. De hecho, el independentismo ha avanzado gracias a eso. En los últimos veinte años ha pasado de la marginalidad a ahora, sumando gente.
Gente del centroderecha....
Y de la izquierda. Puedo citar aquí a Ernest Maragall, Jordina Freixenet —dos de los candidatos de ERC de estas elecciones— o tantos concejales que habían estado en el PSC o ICV, o líderes como Raül Romeva que se han sumado a ERC.
¿Se ha leído el programa de JxCat?
En esta campaña evidentemente he tenido mucho trabajo. Sé que lo presentaron al cabo de cuatro o cinco días de empezar la campaña, he podido leer algunos titulares, pero no todo.
¿Y lo que le ha llegado cree que es fácilmente compatible con lo que proponen ustedes?
Yo lo que he leído es que ahora dicen que si superamos el 50% de los votos, habrá que exigir un referéndum de autodeterminación, haciendo un llamamiento al ámbito internacional, para forzar al Estado. Eso es lo que plantea ERC. Por lo tanto, bienvenidos al club. Y a sumar. No sé si valían la pena las tensiones que ha habido en el independentismo sobre estrategia si al final resulta que, cuando vamos a la concreción, resulta que ahora descubrimos que ellos piensan lo mismo que hemos estado defendiendo nosotros todo este tiempo. Pero en todo caso, bienvenidos sean.
Ahora que hace esta reflexión, un independentista que dude entre Junts, ERC o la CUP, ¿por qué debería escoger la papeleta de ERC?
Porque nosotros unimos independencia y cambio social. Porque unimos independencia y mirada amplia. Porque nosotros tenemos muy claro que el adversario estas elecciones no es el independentista de al lado, que tiene que ser un aliado, sino que el adversario es el 155 que tiene un candidato. Hace cuatro años tenía a Inés Arrimadas y ahora tiene a Salvador Illa.
Ustedes han dicho por activa y por pasiva, del derecho y del revés, que no harán un tripartito con el PSC, ¿por qué cree que a pesar de repetirlo mil veces no se sacan de encima el estigma?
Supongo que la maquinaria de propaganda de Convergència i Unió todavía aguanta aunque el partido no aguanta.
¿Qué les diría a los que les llaman traidores?
Pues que se lo pueden decir a Oriol Junqueras o Carme Forcadell, encarcelados, o a Raül Romeva o Dolors Bassa, o a Marta Rovira o Meritxell Serret. Nosotros en los momentos en que ha habido que dar un paso adelante lo hemos dado siempre. Hemos asumido siempre las responsabilidades. Todos los dirigentes de ERC hemos estado bajo la lupa de la Guardia Civil. Sobre mí han escrito decenas de informes. No sobre mi actividad o mis decisiones, sino sobre mi vinculación con el 1-O. En mi caso no han lo han conseguido, pero a otros compañeros los tienen bajo el punto de mira.
Cada día Illa compra un nuevo punto del programa de Cs. Ahora sólo queda la inmersión lingüística
¿Iceta suma o resta en la mesa de diálogo con la Moncloa?
Es que es el papel del PSC. Iceta o Illa es lo mismo, un PSC que en Catalunya se ha hecho portavoz del 155, del programa de Cs. Cada día que pasa, Salvador Illa compra un nuevo punto del programa de Cs de 2017: contra TV3, contra las delegaciones de la Generalitat, contra la política cultural. Ahora sólo les queda la inmersión lingüística. Quedan cuatro días de campaña. Lo veremos.
Pues a partir del 15 de febrero se tendrán que volver a sentar a negociar con ellos en la mesa de diálogo...
Negocias con tus adversarios, no con tus aliados. Con quien tienes que enfrentarte y poner las exigencias sobre la mesa es con el adversario, no con el aliado. Con los comunes, la CUP, Junts, tenemos que compartir lo que vamos a defender, que es el derecho a decidir, el referéndum, la amnistía, la libertad de los presos y los exiliados. Tenemos muy claro que el gobierno del estado español sólo se moverá si nosotros ganamos. Sólo se ha empezado a mover, poquito, tímidamente, cuando ERC ha ganado.
Junts tendrá que decir si están dispuestos a una repetición electoral porque resulta que no les gusta que el president independentista sea Pere Aragonès
¿Confía en que si ustedes quedan primeros, JxCat dará apoyo a su investidura?
No me entraría dentro de la cabeza que un independentista, entre Salvador Illa o Pere Aragonès, escogiera a Salvador Illa. O no mojándose provocara que Salvador Illa acabara siendo president o con el riesgo de unas terceras elecciones. Nosotros siempre hemos estado.
La posibilidad de la repetición electoral está encima de la mesa...
Por nuestra parte no. Nunca hemos apostado por eso. Cuando ha habido situaciones de bloqueo, siempre hemos formado parte de la solución.
¿Por lo tanto, descarta tener que repetir elecciones?
En todo caso, Junts tendrá que decir si están dispuestos a ir a una repetición electoral porque resulta que no les gusta que el president independentista sea Pere Aragonès, sea un president de izquierdas y de ERC. Lo tienen que responder ellos.
¿Si Junts queda por delante de ERC, ustedes garantizan su apoyo a la investidura de Laura Borràs?
En los últimos años hemos actuado de esta manera. Evidentemente tienes que trabajar y te tienes que poner de acuerdo. Yo insisto, necesitamos para la próxima legislatura una mayoría amplia en el Parlament y necesitamos un gobierno que vaya más allá de lo que ha representado el gobierno actual. Para tener solidez parlamentaria. ERC ya ha demostrado que ha sido la herramienta de desbloqueo en el pasado, en los últimos cuarenta años de alternancia de presidentes socialistas y convergentes o postconvergentes.
No daremos apoyo a un gobierno del PSC. Y que no nos vengan con chantajes de la extrema derecha
Ahora haremos política-ficción. Usted alerta del riesgo de que, si suman, Illa acepte los votos de Vox para ser investido, y advierte de que la extrema derecha nunca hace nada gratis. Puestos en este escenario, ¿usted no se plantearía la posibilidad de que en lugar de que el PSC tuviera que depender de la extrema derecha y pagar el precio que pongan, dar ustedes el apoyo a cambio de sus condiciones? Como han hecho en Madrid...
No. Nosotros en el Congreso no nos presentamos para gobernar España, porque nuestro objetivo es la defensa del derecho a la autodeterminación, la amnistía y los intereses de la clase media y trabajadora de Catalunya. En las elecciones en el Parlament nos presentamos con la voluntad de ganar y gobernar este país. Nosotros no daremos apoyo a un gobierno del PSC. Y que no nos vengan con chantajes de la extrema derecha.
¿Aunque implique el riesgo de que la Generalitat de Catalunya dependa de las condiciones de un partido de ultra derecha?
Eso lo tenemos que evitar el 14-F, con un voto masivo al independentismo. Si el independentismo se queda en casa, Vox decidirá quién es el president de la Generalitat. Salvador Illa no lo ha negado. Ha hecho como Colau, diciendo yo no negociaré, pero si me votan, no puedo decir nada. Pues sí que puedes decir. Llevamos 10 días de campaña y todavía no les ha caído la cara de vergüenza de seguir flirteando con los votos de la extrema derecha.
Escucharé el consejo de Junqueras, pero el president seré yo
¿Si el Gobierno concede el indulto y usted es president, se plantea la posibilidad de convocar elecciones para que Junqueras pueda aspirar a la presidencia de la Generalitat?
Nosotros no especularemos con las formas que podría tener un indulto que todavía no se han comprometido. Nosotros defendemos la amnistía, que es la vía para una solución política y global a la represión. Porque no se trata sólo de que los presos puedan salir de la prisión sino que no entre nadie más. A partir de aquí, Oriol Junqueras tendrá todas las puertas abiertas del partido. También digo una cosa, si yo soy escogido president de la Generalitat, ejerceré de president de la Generalitat.
A Torra se le dijo que era el vicario de Puigdemont. No sé si puede pasar lo mismo con usted y Junqueras...
Yo formo parte del equipo de Oriol Junqueras, somos parte del mismo equipo desde hace muchos años. En cada decisión importante que he tomado le he pedido consejo, pero las he acabado tomando yo. Y cuando sea president de la Generalitat haré lo mismo. Tomaré las decisiones yo, porque me corresponden a mí, escuchando a todo el mundo, evidentemente a Junqueras y Rovira, pero el president de la Generalitat seré yo.