La regulación sobre el uso del tabaco siempre ha sido un tema de debate marcado por la ideología y los enfoques contrarios. Por una parte, los sectores más prohibicionistas abogan por la prohibición total del tabaco. Por otra parte, los libertarios junto con la industria ponen el foco en la libre elección y la libertad individual.
A partir de esta dualidad, el Consejo Europeo de Innovación Política (EPIC) ha publicado un informe para poner de manifiesto el impacto económico de la cadena de valor del tabaco, tanto a escala europea como nacional. Además de ofrecer su punto de vista hacia normativas que podrían mitigar los daños causados por el tabaquismo.
Una propuesta audaz pero factible
Se tiene que partir del supuesto de que los consumidores de tabaco y nicotina no desaparecerán sin más, por muy estrictas que sean las normativas. El Dr. Antonios Nestoras asegura que, con la adopción de alternativas de tabaco y nicotina más seguras, Europa podría conseguir grandes resultados.
Por un lado, preservar la contribución neta a la economía de una industria totalmente ‘Made in Europe’. Por otro lado, repercutir positivamente en la salud individual y pública mediante un marco regulador que equilibre el principio de reducción de daños con la necesidad de eliminar progresivamente los productos del tabaco más nocivos, como los cigarrillos. Y, por último, evitar que el mercado se vea inundado de productos de bajo nivel de seguridad, sobre todo procedentes de otros mercados como China.

Un sector con gran impacto económico
El Informe Draghi recomienda apoyar a las industrias con superávits comerciales, para atraer inversiones y mantener empleos. Uno de estos sectores es la industria tabaquera 'Made in Europe'. Su impacto económico en la UE es de 223.700 millones de euros anuales al PIB de la UE-27, lo que se traduce en el 1,3% del PIB total de la UE.
Por lo que se refiere a la recaudación fiscal anual, la cifra asciende a 112.900 millones de euros, lo que equivale al 55,4% del gasto en defensa de la UE. Si hablamos de impuestos, equivalen a casi la totalidad de la gestión de residuos- 56.900 millones de euros-, los servicios de protección contra incendios- 37.800 millones de euros-, y los costes penitenciarios- 24.600 millones de euros- juntos. La industria emplea, directa e indirectamente, a más de 2,1 millones de personas, con 60.700 millones de euros en salarios.
Si ponemos el foco en los productos ilegales de consumo de tabaco, representan un 8,3% del total en la UE. Actualmente, se pierden 11.600 millones de euros en este mercado ilícito. Esta cantidad podría aumentar la I+D sanitaria en un 52,5%.
Aplicar el principio de reducción de daños
La Comisión Europea está revisando la Directiva sobre Productos del Tabaco y la Directiva sobre Fiscalidad del Tabaco (2011/64/UE). Para ambas directivas, el análisis de los datos sugiere que las intervenciones draconianas provocarían grandes pérdidas económicas en la UE.
Todos los datos muestran que el principio de reducción de daños, basado en la regulación y la prospectiva fiscal podría incentivar la inversión del sector privado en alternativas capaces de ofrecer mejores resultados sanitarios a la sociedad, protegiendo al mismo tiempo toda la cadena de valor europea y los puestos de trabajo.
El mismo informe de EPIC también apunta que, si no se actúa con pragmatismo, no solo se erosionará la fortaleza fiscal e industrial de la Unión, sino que se cederá el dominio del mercado a competidores mundiales como China, empeorando al mismo tiempo el bienestar económico y sanitario general de la Unión Europea.