ERC ha abierto cuatro expedientes disciplinarios (uno grave, uno muy grave y dos leves) a miembros del partido por su implicación en el escándalo de los carteles ofensivos contra los hermanos Maragall y el Alzheimer. Dos miembros han sido suspendidos de militancia temporalmente y uno podría ser expulsado cuando acabe todo el proceso. Según ha podido saber ElNacional.cat, los expedientes por falta muy grave y  grave serían, respectivamente, para el militante de Igualada que promovió la acción y para el exdirector de comunicación, Tolo Moya. Las faltas leves corresponderían a Sergi Sabrià y Marc Colomer, exviceconseller que dimitió por el escándalo y exvicesecretario de comunicación del partido. Los afectados pueden presentar alegaciones.

El escándolo por los carteles contra los Maragall estalló a raíz de una investigación del periódico Ara que revelaba que esta acción había sido diseñada por ERC. El propio Ernest Maragall dirigió el dedo acusatorio contra Moya, quien en unas declaraciones negó ser el diseñador de esa acción de falsa bandera y se mostró dispuesto a demostrar con pruebas quién era el ideólogo. También negó cualquier implicación en los hechos Sergi Sabrià que, sin embargo, decidió dimitir como viceconseller de Estrategia y Comunicación, y enmarcando la filtración de estos hechos en el contexto de batalla interna en ERC. En una comparecencia pública disparó contra Oriol Junqueras.

Según ha informado el partido en un breve comunicado este viernes, ha acabado la investigación interna con la elaboración de un nuevo protocolo interno de campañas. "La Ejecutiva Nacional se conjura para que estos hechos no se vuelvan a repetir, a la vez que ha pedido que se lleven a cabo todas las investigaciones para dilucidar los dudas generar por este tipo de campaña", afirma el comunicado. Una vez acabada la fase de investigación, el caso se lleva a la Comisión de Garantías, que resolverá el expediente.

ERC concluye que se superaron los "límites éticos"

El informe sobre el caso ha pasado por la Ejecutiva Nacional y han sido aceptadas las propuestas de sanción contra cuatro miembros de la organización. El informe ratificado incluye la elaboración de un nuevo protocolo interno para el diseño y gestión de campañas y activismos, "con el objetivo de nunca superar los límites éticos, como pasó en el caso de los carteles". Las conclusiones del informe reclaman la creación de una auditoría interna para dilucidar las dudas generadas por este tipo de campañas. De hecho, la dirección de los republicanos se ha conjurado para que estos hechos no se vuelvan a repetir y ha pedido que se lleven a cabo todas las investigaciones para acabar con las dudas que ha generado este caso.