En la sede electoral de Esquerra, en la Estación del Norte, se respiraba este domingo por la noche más una sensación de alivio que de euforia. Habían conseguido mantener la primera posición a Catalunya, por delante del PSC, con quien estaban muy cerca en las encuestas, pero por el camino se dejaban 2 escaños y más de 150.000 votos. Entre los motivos de la bajada está la irrupción de la CUP y también el aumento de la abstención por el agotamiento electoral, aparte de otros que el partido irá analizando los próximos días. Sin embargo, los republicanos ven consolidada una de sus principales apuestas: hacer mella en el área metropolitana y en el Baix Llobregat, ampliando así la base del independentismo.
ERC volvió a ganar en la ciudad de Barcelona, donde se había estrenado como primera fuerza el pasado 28-A, y consiguió quedar segunda en el Baix Llobregat, pasando por delante de los comunes y recortando distancias con el PSC, que ha bajado en voto y en porcentaje en la mayoría de poblaciones. Además, le arrebató la primera posición en el Garraf. Si hace seis meses los republicanos ya ganaron en 15 poblaciones del área metropolitana, esta vez han consolidado la victoria en todas ellas. Hay que recordar que los republicanos sólo habían quedado primera fuerza en tres de estas poblaciones en las generales de 2016.
Hablamos de Sant Cugat del Vallès, Sant Just Desvern o Tiana, donde ya habían ganado el año 2016, además de Begues, Castellbisbal, Cervelló, Corbera de Llobregat, el Papiol, la Palma de Cervelló, Molins de Rei, Montgat, Sant Climent de Llobregat, Santa Coloma de Cervelló y Torrelles de Llobregat, donde ganaron por primera vez el 28-A y ahora han revalidado victoria.
Además, avanzan posiciones en 11 poblaciones más, pasando a ser segundas o terceras fuerzas, en detrimento de Cs o los comunes. Entre ellas poblaciones destacadas como Castelldefels, Gavà o Cerdanyola del Vallès, donde pasan a ser segunda fuerza, que se suman a Sant Feliu de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts o Pallejà, que ya lo fueron, hace seis meses. Además, se convierten en tercera fuerza en municipios como el Hospitalet de Llobregat, Cornellà de Llobregat, Sant Adrià del Besós, Santa Coloma de Gramenet o Viladecans.
A diferencia de abril, sin embargo, donde los de Oriol Junqueras crecieron en porcentaje de voto en absolutamente todos los municipios del área metropolitana y también en las principales ciudades del país como Sabadell, Terrassa, Granollers, Mataró o Martorell, esta vez han retrocedido –aunque en algunos puntos muy ligeramente– en muchas de ellas, siguiendo la dinámica general del país.
Sin embargo, hay que destacar que han crecido en ciudades importantes de la AMB, y de clara inclinación no independentista, como Badia del Vallès, Barberà del Vallès, El Prat de Llobregat, Sant Andreu de la Barca y Viladecans, aunque con un porcentaje muy menor –en torno al1%–. Sin emrbago, es significativo que la tendencia sea al alza cuando en la mayoría es a la baja. También ha crecido en poblaciones de fuera de la AMB como Montcada i Reixac.
Pérdida de peso en la Catalunya interior
Por el contrario, los republicanos han perdido un músculo importante en la Catalunya interior, en favor de la CUP y también de JxCat. En Girona y Vic, por ejemplo, ERC había quedado primera fuerza y en estas nuevas elecciones ha quedado segunda por detrás de JxCat, con una pérdida porcentual del 4,48% y del 7,1% respectivamente. Por el contrario, sí que han mantenido la primera posición, pero han perdido en porcentaje de voto en poblaciones como Lleida (0,69%), Reus (1,88%), o Tortosa (1,56%), Amposta (2,31%) y Manresa (3,63%), Montblanc (4,20%), Valls (4,30%), o Berga (9,69%).
Si se mira por comarcas, los republicanos ganan en prácticamente todas las comarcas –excepto el Baixo Llobregat, el Vallès Occidental, el Tarragonès y la Vall d'Aran donde lo hace el PSC–, pero los republicanos han perdido hasta cinco comarcas respeto el 28-A, donde han pasado a ser segundos por detrás JxCat. Hablamos de la Garrotxa, el Gironès, el Pla de l'Estany, el Ripollès y el Solsonès.