La Universitat Progressista d'Estiu de Catalunya (UPEC) ha acogido este viernes un debate entre las fuerzas de izquierda catalanas, el PSC, Esquerra Republicana, los Comuns y la CUP. Este encuentro se enmarca en un contexto de negociaciones para la investidura entre tres de estos actores, ya que los socialistas han remarcado que apuestan por una alianza con ERC y el grupo liderado por Jéssica Albiach. Además, se ha producido pocas horas después de que el Gobierno —en la línea de lo que ha planteado Salvador Illa a lo largo de la campaña— haya abierto la puerta a un consorcio tributario que permita que Catalunya recaude el 100% de los impuestos. La carpeta de la financiación es, justamente, nuclear para que esta ecuación 'tripartita' pueda operar. Preguntado por esta cuestión, uno de los integrantes del debate y también uno de los negociadores de estas conversaciones con el PSC, Josep Maria Jové, ha lanzado un aviso: "Es una figura que nos chirría". "Hace falta un cambio de modelo de financiación, no un parche, porque sin recursos no podremos aplicar políticas transformadoras", ha recalcado.

Paralelamente, el presidente del grupo parlamentario de ERC ha recordado que el Estatut habla de la posibilidad de existencia de este consorcio, y que lo que ya se ha desarrollado es la Agència Tributària de Catalunya: "Lo que hace falta es dotarla de recursos y competencias para que pueda recaudar los impuestos". Así pues, los republicanos reiteran que conviene una propuesta de "soberanía fiscal" y se remontan al Estatut de 2005: "Apostamos por un modelo singular, que la Generalitat tenga capacidad de gestión y recaudación íntegra de los impuestos. A partir de aquí, que se pague la cuota por los servicios que el Estado presta a Catalunya y una cuota de solidaridad. Es un modelo sencillo que no solo defendía ERC, estaba incluido y recogido en el Estatut de 2005 y tuvo el consenso del 90% de los diputados". Jové ha indicado que eso cambió "con el pacto de Zapatero y Mas" y ya no figuraba en el Estatut de 2006: "Si el consenso lo conseguimos en el 2005, no estamos pidiendo una cosa tan grave".

A su vez, la diputada del PSC en el Parlament, Esther Niubó —ha sustituido finalmente a Lluïsa Moret en el debate, que es la coordinadora de los socialistas en estas negociaciones— ha subrayado que quieren "desarrollar el Estatut y reforzar las herramientas del autogobierno" para "proteger los elementos de singularidad de Catalunya", como la lengua, la cultura y la mejora de la financiación. Niubó ha recordado que defienden un consorcio tributario, el principio de ordinalidad, la solidaridad y la transparencia: "Lo que se tiene que hacer las próximas semanas y estarán haciendo los equipos negociadores es explorar diferentes vías, como la manera de hacer posible la mejora de la financiación dentro de las herramientas jurídicas y normativas que hay".

 

Coincidencia en que una repetición electoral "no sería buena"

Todavía sobre las negociaciones que se están llevando a cabo, el líder de ERC en el Parlament, Josep Maria Jové, ha apuntado que la suma con el PSC y Comuns es "aritméticamente posible", pero que también hay "otras sumas": "El PSC se ha pasado los últimos años coordinándose desde la oposición con Junts, atacando las políticas del Govern de Pere Aragonès. Entendemos que si el modelo socioeconómico que defienden es coincidente, quizás lo más lógico sería esta suma". Dado que los socialistas descartan esta alianza, Jové ha apuntado que "Salvador Illa tendrá que explicar qué quiere hacer para el país". El republicano ha apuntado que se tendrá que saber cuál es "el horizonte social y nacional" del PSC y ver "si eso encaja" con el programa político de ERC. Con todo, ha alertado que los socialistas han defendido que "Catalunya ha perdido 10 años": "¿Hasta qué punto quieren nuestros votos si reniegan de lo que hemos hecho? Sería extraño que nos los pidieran para derribar las políticas que hemos hecho, sería un tiro al pie". Todavía sobre las negociaciones, Jové se ha limitado a explicar que han puesto sus "puntos de partida" encima de la mesa y que seguirán negociando "con discreción", siempre destacando que, si hay algún acuerdo, será la militancia de ERC la que decidirá.

Por su parte, Esther Niubó (PSC) ha insistido en que espera que las conversaciones "tengan un buen final" para poder enfocar unos nuevos años para "unir y servir", poniendo como "prioridad los servicios públicos". En este contexto, ha defendido que "una repetición electoral generaría un sentimiento de decepción": "Los únicos ganadores de unas nuevas elecciones serían la derecha y la extrema derecha". También han afirmado que una repetición de los comicios "no sería buena" la diputada Laure Vega (CUP) y la parlamentaria de los Comuns en el Congreso, Candela López. De hecho, López también forma parte del equipo negociador del espacio de Albiach y ha querido ser optimista ante las posibilidades de un acuerdo: "Hay voluntad por todos lados. Tenemos que respetar los tempos de la negociación, conseguir puntos de encuentro, y tiene que haber más generosidad". Al respecto, Josep Maria Jové también ha indicado que no quieren una repetición electoral, pero ha advertido: "No haremos un acuerdo para simplemente evitar la repetición. Tiene que ser un buen acuerdo. No puede ser una pistola en el pecho. Quien se tiene que mover es quien quiere la presidencia de la Generalitat".

La CUP remarca que se tiene que hablar de un "modelo socioeconómico diferente"

Por parte de los anticapitalistas (que no forman parte de la negociación), la diputada Laure Vega ha señalado que ellos podrían negociar si se hablara de un "modelo socioeconómico diferente". "Hay que sacar del mercado todo aquello que es esencial para la vida. Si vamos cediendo espacios de democracia material, hay una desafección política absoluta", ha resaltado. Vega sostiene que "no se puede hablar de cambio climático y transición ecológica y, al mismo tiempo, ampliar el aeropuerto": "Se tiene que hablar de trenes".

¿La inaplicabilidad de la amnistía puede dificultar las negociaciones para la investidura?

Entre los riesgos que puede tener la negociación para la investidura, esta semana ha emergido uno nuevo: la inaplicación de la ley de amnistía en varios casos, especialmente los que afectan a dirigentes del Govern Puigdemont. Desde ERC, Josep Maria Jové ha manifestado que espera que "no intervenga", aunque ha alertado que eso supondrá que haya gente que tenga que seguir en el exilio y afrontar nuevos juicios: "La represión que está sufriendo el independentismo no acabará con la ley de amnistía ni con su aplicación. Seguiremos sufriendo". No obstante, ha asegurado que intentarán "abstraerse de eso". Niubó, del PSC, ha querido recordar que "no gustan algunas interpretaciones que se hacen de las normas": "La justicia tiene que hacer su papel, tiene que aplicar la ley, y son elementos que sorprenden". Además, Jové ha querido señalar que eso no solo se revierte con la renovación del poder judicial, sino que hace falta un programa para "reformular" todas las estructuras de estado porque también hay otros topes como los "altos funcionarios".