El caso de los alcaldes del Maresme de Junts que piden la expulsión de migrantes multirreincidentes sigue trayendo cola. Y este lunes ha sido Esquerra Republicana quien ha cargado contra el partido por haber "defendido" posicionamientos de la ultraderecha con esta problemática, lamentando la deriva de formaciones como Junts per Catalunya hacia "posicionamientos simplistas". Evidentemente, estamos a favor de abordar la multirreincidencia, pero no se puede hacer nunca señalando a las personas inmigradas porque eso favorece el discurso de odio. Es una irresponsabilidad señalarlos", ha lamentado la portavoz Raquel Sans en rueda de prensa. La republicana ha insistido en el hecho de que es importante solucionar esta problemática pero que eso no es puede hacer simplificando el discurso: "¿Y las personas que son multirreincidentes y son nacidas en Catalunya? ¿Para estos casos no se tiene que buscar solución?", se ha preguntado Sans, que ha recordado que el 18 de diciembre es el día de las personas migradas y que se tiene que vigilar mucho donde se pone el foco en casos como estos para no "deshumanizarlas". 

La portavoz ha recordado que en el Congreso se aprobó una ley en este sentido a propuesta de ERC y que la solución tiene que pasar por "abordar las desigualdades sociales" y hacerlo desde el "rigor y la seriedad". Horas más tarde, desde la CUP han reclamado la reprobación de estos alcaldes de Junts por, según el partido, promover "discursos de odio" hacia los migrantes y de "dar alas a la ultraderecha" con propuestas que han definido como clasistas y xenófobas, en referencia a la expulsión de migrantes multirreincidentes. El concejal de la CUP en el Ajuntament de Calella, Betu Comàs, ha criticado que, si bien los problemas de reincidencia existen, "señalar a los migrantes como responsables del problema es irresponsable y solo aporta alarmismo".

 

Esta semana antes de las fiestas de Navidad está marcada por dos reuniones importantes: la de Pere Aragonès y Pedro Sánchez que tiene que tener lugar el jueves y la reunión de los partidos políticos convocada también por el presidente de la Generalitat para analizar la situación de la educación y buscar soluciones después de los malos resultados a las pruebas PISA. Sobre este encuentro, desde de ERC aseguran que esperan que sirva para "abordar una cuestión que para nosotros es de vital importancia, como la educación," tras unos resultados que han descrito de preocupantes. "Hay que revertir una tendencia de la mejor manera posible", ha reflexionado, pero recordando que este Gobierno republicano ha sido el encargado de revertir los recortes que sufría el sistema educativo. A pesar de dejar claro que los resultados en PISA eran una cuestión multifactorial, la semana pasada Raquel Sans ya señaló que los alumnos que habían hecho la prueba eran los mismos que habían aprendido a leer y escribir durante los recortes.

Críticas al PSC para priorizar el Hard Rock a la sequía

Por lo que respeta al encuentro de presidentes de este jueves, Sans ha defendido que es "importante" ya que "forma parte del proceso de negociación que inició ERC", unas conversaciones que "van dando sus frutos", entre las cuales la ley de amnistía. Sobre esta, la portavoz republicana ha mantenido que la puerta a presentar enmiendas continúa abierta sin que eso signifique que ERC presente forzosamente. Sobre la negociación por los presupuestos, Sans ha recordado que el Gobierno ha abierto negociaciones con comunes, CUP, PSC y Junts, y ha lamentado que el principal partido de la oposición, en referencia al PSC, haya priorizado proyectos como el Hard Rock, imprescindible según los socialistas para negociar unas nuevas cuentas, y no materias como la educación o la sequía.

Este lunes han aterrizado en Catalunya un grupo de eurodiputados en una misión por comprobar el funcionamiento de la inmersión lingüística, que Sanos ha descrito como "fruto de la obra política de Dolors Montserrat". "No hay ningún problema respecto de la inmersión", ha insistido la portavoz de ERC, que ha reducido la misión del Parlamento Europeo como un nuevo intento del PP para boicotear la lengua catalana.