Última reunión de la ejecutiva de Esquerra Republicana antes de las vacaciones de verano. En horizonte, dos citas importantes, una prevacacional y la otra cuando se reanude el nuevo curso político. El próximo lunes se reunirá la comisión bilateral Estat-Generalitat para resolver incumplimientos históricos en materia de competencias autonómicas. La otra es la resurrección de la mesa de negociación prevista para la tercera semana de septiembre. En la sede de ERC no han sentado bien las declaraciones públicas de compañeros independentistas poniendo en duda la viabilidad de este diálogo.
Si bien ha evitado poner nombres, Marta Vilalta se ha dirigido a aquellos "que desprecian este espacio". Lo ha hecho poniendo en valor que los republicanos siempre estarán. "Escépticos, sí, como muchas veces, también ahora, pero nosotros nunca haremos la estrategia de los brazos caídos", ha subrayado.
La portavoz del partido ha resaltado que la apuesta por la vía de la negociación, pactada con Junts y la CUP, "ahora es lo que toca". "Nos pasamos mucho tiempo reclamando el Sit and Talk, aprovechémoslo". Ante la presión de los de Junts, ha recordado que esta interlocución con el Estado los interpela directamente, que su "deber como Govern es sentarse y defender los grandes consensos de país", que son -ha dicho- la autodeterminación y la amnistía.
Los de Junqueras consideran que hay que ser pacientes porque Catalunya se adentra "en un proceso de negociación que será compleja", que requiere ir construyendo confianzas e ir dando pasos adelante a medida que vaya habiendo reuniones". En este sentido, admiten que "el primer día no llegará la solución", sino que hay que ir haciendo paso a paso".
El revuelo por el aval del ICF
En relación al nuevo obstáculo surgido en el camino del diálogo, la persecución del Tribunal de Cuentas contra 34 ex-altos cargos del gobierno catalán, Vilalta ha evitado entrar a polemizar sobre las discrepancias surgidas a raíz del mecanismo creado para evitar el embargo de los afectados, a través del aval del Instituto Catalán de Finanzas y que acabó con la dimisión de tres de sus miembros y la división del resto en la votación sobre si aceptar o no avalar a los encausados.
Antes de este jueves, el Consejo de Garantías Estatutarias debe dictar si considera que el fondo ideado entra o no en la Constitución y el Estatut. Si da el visto bueno, esta misma semana se aprobará al pleno del Parlamento. Vilalta ha defendido que como "se ha hecho bien, se tendría que aceptar" por parte del Tribunal de Cuentas.