Empieza un nuevo curso político y también se acerca el nuevo ciclo electoral. En este contexto, Esquerra Republicana ha decidido adelantar el trabajo interno. En la reunión celebrada este lunes por la mañana, la ejecutiva del partido ha propuesto el adelanto de su congreso nacional, que se celebrará este mismo otoño y no el año que viene, como inicialmente estaba previsto. El congreso se dividirá en dos partes: el 6 de noviembre se renovará la dirección de la formación y a principios de 2023 se actualizarán los documentos estratégicos. La decisión ha sido comunicada a través de una carta de Oriol Junqueras y Marta Rovira a la militancia, que volverán a presentarse y aspiran a revalidar el liderazgo. Tendrá que ser aprobada formalmente por el Consejo Nacional, el próximo 17 de septiembre,
Desde el partido señalan que el objetivo del adelanto congresual es "fortalecer y preparar la organización ante los retos que tiene el país a todos los niveles, social, económico y nacional, y hacerlo con una dirección que conjugue la experiencia y los liderazgos consolidados con la renovación necesaria para adaptarse al momento actual". En este sentido, Junqueras y Rovira manifiestan su "voluntad de volver a encabezar una candidatura integradora para dar continuidad al proyecto abierto, transformador e ilusionante que nos ha permitido ganar bastante para ponernos al lado de la gente y del país". Subrayan la necesidad de hacer de ERC "una organización todavía más fuerte y preparada para servir este país".
En la carta, el presidente y la secretaria general de ERC apelan al contexto socioeconómico y municipal, pero también a la necesidad de defender la mesa de negociación con el Gobierno, "que tiene que servir para resolver de una vez por todas y democráticamente el conflicto político". Con el congreso pretenden también afianzar esta apuesta estratégica y cerrar filas.
Presión a Borràs
El adelanto del congreso se ha hecho a través de un comunicado. Este mediodía, la secretaria general adjunta y portavoz, Marta Vilalta, se ha centrado en el caso Laura Borràs. En este sentido, ha sostenido que la suspensión de Borràs como presidenta del Parlament es lo que tocaba hacer ante un caso "vinculado a una acusación de corrupción". Ha defendido que fue la decisión "más responsable y coherente" que se podía tomar y que ahora hay que superar la situación de interinato buscando un nuevo presidente o presidenta del Parlament. "No podemos pervertir ni afectar a las instituciones", ha sostenido. Así, ha aprovechado para pedir una vez más a Junts una propuesta para relevar a Borràs, aunque en privado admiten que no confían mucho en que acabe llegando.