La B de Esquerra Republicana, la estructura paralela para organizar acciones de contracampaña política, continuó después de que trascendiera el escándalo de los carteles de Pasqual y Ernest Maragall y el alzhéimer. Según publica este domingo el diario Ara, el partido cambió la empresa con la cual trabajaba por los pagos de las acciones una vez la policía identificó los vínculos entre esta, ERC y los chicos que colgaron los carteles. De Relevance, con la cual está constatado que ERC trabajó en 2022 y en 2023, a Iniciatives Sports Barcelona Consulting, con sede en Igualada.
Tal como indica el citado diario, habría sido el exviceconseller de Estrategia y Comunicación Sergi Sabrià quien estaría detrás de la maniobra. A principios de año, Sabrià, también responsable de Estrategia y Comunicación del partido, se habría reunido con militantes para explicar el nuevo funcionamiento de la B, con la empresa nueva y ahora sin ningún intermediario del partido. Se trataría de un grupo de tres chicos del partido, entre ellos uno de los militantes de Anoia, el que encargó los carteles. En adelante, el funcionamiento de la B continuó de esta manera hasta las elecciones del pasado 12 de mayo.
Fuentes del partido han explicado a Ara que se detuvieron las acciones de calle, como los carteles o los mariachis que habían enviado a la sede de Junts, por miedo a ser descubiertos nuevamente. Los militantes de la B pasaban facturas y cobraban para llevar cuentas falsas a las redes afines en ERC y publicar vídeos en favor del partido para viralizárseles durante la campaña del 12-M.
La B, conocida por la cúpula del partido
La semana pasada se conoció que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, desde Suiza, pidió sacar rédito político de la campaña de los carteles de los Maragall, para "arrancar votos de solidaridad". En conversaciones privadas que tuvieron miembros de ERC en un grupo de Signal aseguró que "es una campaña tan agresiva que si la denunciamos públicamente quizás arrancamos unos cuantos votos de solidaridad", tal como se puede leer en una captura de pantalla, que avanzó El Matí de Catalunya Radio y a la cual tuvo acceso ElNacional.cat.
En otras capturas de pantalla, de los mismos grupos, se confirma que la secretaria general de Esquerra pidió a su círculo que algunas acciones las pasaran por la B, en referencia a esta estructura paralela para hacer acciones de contracampaña, contra otros partidos o como falsa bandera. "¿Cómo estamos de campaña B?", pidió en un grupo parecido, —meses después del escándalo de los carteles—, después de la publicación de una entrevista a un líder de Junts, para pedir, supuestamente, activar esta estructura. Sergi Sabrià dijo que alguien "quedaba", confirmando, según estas conversaciones, que la dirección del partido tenía conocimiento de esta estructura.
Recientemente, Tolo Moya, director de la comunicación de Esquerra Republicana hasta que estuvo apartado y despedido por la dirección del partido después de salir a la luz el escándalo de los carteles, asegura que es un "cabeza de turco". La dirección del partido le atribuyó toda la responsabilidad de la acción de los carteles contra los hermanos Ernest y Pasqual Maragall, cosa que él ha negado desde el primer día. "Decidieron atacar a un técnico del partido, sin posición política, no conocido, un trabajador del partido, para evitar que salieran los nombres que hay detrás, que habrían hecho mucho daño a Esquerra", ha apuntado. "El problema sería mucho mayor", asegura Tolo Moya.