Oriol Junqueras acompañado de Elisenda Alamany y Diana Riba, ha entrado a la sala donde se ha reunido el plenario del congreso de Izquierda este domingo a ritmo de la canción Torno a ser jo de Ocas Gordas. Junqueras vuelve a ser, desde diciembre, presidente de Esquerra Republicana, que este domingo ha acabado la segunda fase del congreso, y en el discurso que ha servido para cerrar el plenario ha mirado mucho más hacia fuera que hacia adentro, mucho más hacia el país que hacia el partido. Lo ha hecho dirigiendo las principales problemáticas que sufre Catalunya hoy en día, como es el acceso a la vivienda o la seguridad, que ha reivindicado citando al exconseller Joan Ignasi Elena como un valor de izquierdas; Rodalies, los problemas de natalidad y también la cuestión de la inmigración: "Aquello que nos hace catalanes no es el lugar donde hemos nacido sino nuestro compromiso con esta sociedad, su cultura y su lengua", ha dejado bien claro desde el escenario del congreso en Martorell entre fuertes aplausos.
Junqueras ha mirado casi durante todo su discurso, que ha durado en torno a media hora, hacia la sección donde estaban sentados los invitados por Esquerra a seguir esta última jornada del pleno. Allí donde ayer se sentaban el expresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y los expresidentes de la mesa del Parlamento, Carme Forcadell y Ernest Benach (los tres hicieron campaña por los rivales de Junqueras) hoy había los representantes sindicales, de partidos y de las entidades. Los más aplaudidos al ser anunciado han sido el presidente de Òmnium, Xavier Antich, Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu y también los representantes de la Bressola. La bienvenida a Jordi Turull, secretario general de Junts, por parte de la militancia de ERC no ha estado tan cálida, pero ha sido el único nombre que ha citado Junqueras desde el escenario, al felicitar a sus rivales independentistas por haber conseguido la delegación de las competencias de inmigración. Lluïsa Moret, la número 2 del presidente Illa al PSC, ha estado la representante del PSC en el cónclave republicano.
"Se ha acabado la Esquerra acomplejada"
Así, el discurso del presidente del partido ha versado sobre el estado del país, sus retos y también de la situación compleja a escala internacional, con demandas constantes de colaboración a todas las entidades para conseguir un futuro mejor para la sociedad catalana. Antes, sin embargo, la ha precedido su nueva secretaria general, que releva a Marta Rovira en esta nueva etapa con un discurso, ahora sí, mucho más centrado en la formación a quien ha reclamado "volver a gustarse" después de unos meses muy turbulentos con derrotas electorales dolorosas y guerras internas a plena luz del día. Está para ver si este pasado queda enterrado definitivamente, ya que la publicación de las conclusiones del informe elaborado por la comisión de Joan Tardà sobre la Estructura B ha levantado polvareda.
"ERC tiene que ser la ambición del país, se ha acabado el Esquerra Republicana acomplejada", ha reivindicado Alamany, que también es la número 1 del partido en el Ajuntament de Barcelona y su portavoz: "Lo volveremos a ser, lo hemos hecho muchas otras veces, hemos estado a la altura del país en los momentos claves y volveremos a la calle, allí donde tenemos que estar, al lado de la gente". Este ser en la calle y no "en un pedestal ni en una tribuna porque el país quiere ganar" se ha entendido como un mensaje velado a Pere Aragonès y a los consellers de su Govern, la gran mayoría contrarios al hecho de que Junqueras recuperara el poder. Este domingo,