ERC ha llegado a un acuerdo de gobierno "fuerte y estable" con Junts en Olot que permitirá a Pep Berga seguir como alcalde del municipio cuatro años más. Aunque los republicanos mantuvieron contactos con la CUP y el PSC para formar una alianza de izquierdas y dejar fuera a los juntaires, finalmente ERC ha descartado esta posibilidad y ha decidido dar apoyo a la fuerza más votada. El cabeza de lista de ERC en Olot, Josep Quintana, ha culpado a la "indefinición" del PSC y de su cabeza de lista a Josep Guix, por no haber llegado a un acuerdo de izquierdas en la ciudad. "Estos dos últimos días las cosas se han precipitado y ha sido muy fácil llegar al acuerdo con Junts", ha remachado.

Junts perdió la mayoría absoluta que había conseguido en 2019 en el municipio, y en las últimas elecciones municipales pasó de los once a los ocho concejales. Sin embargo, el apoyo de los tres concejales de ERC permitirán a Pep Berga alcanzar la mayoría necesaria para volver a ser investido alcalde. "Las mayorías absolutas son muy raras y nunca me había planteado gobernar en solitario", ha señalado Berga, que ha asegurado que su primera opción fueron los republicanos. Estos han sido la clave para definir el rumbo del consistorio olotense de los próximos cuatro años, ya que estaba en sus manos dar apoyo a la fuerza más votada o a una mayoría alternativa. 

El pacto de izquierdas entre la CUP, el PSC y ERC fracasa

Los tres concejales de ERC, junto con los cuatro de la CUP y los cuatro del PSC también sumaban los once que determinan la mayoría en el Ayuntamiento. Ante los resultados del 28-M, la CUP propuso un pacto de izquierdas para dejar fuera a Junts. ERC contempló la opción del tripartito, pero desde el principio dejó claro que solo haría alcalde a un candidato independentista. Después de varias reuniones de los anticapitalistas con socialistas y republicanos, finalmente el pacto no ha prosperado.

Las tres fuerzas tenían sintonía con respecto al programa y las propuestas para la ciudad, pero lo que ha acabado de dinamitar el acuerdo han sido las discrepancias en relación con la alcaldía. La propuesta de la CUP era hacer alcalde a su candidato, Jordi Gasulla, mientras que el PSC reclamaba alternar la alcaldía con su candidato, Josep Guix, dado que las dos fuerzas habían obtenido a los mismos concejales, aunque la CUP superó al PSC por 251 votos. Sin embargo, esta opción iba en contra del requisito de ERC de investir alcalde a un independentista.