ERC y EH Bildu, dos de los principales socios del gobierno de coalición español, han presentado este jueves las enmiendas conjuntas a la proposición de ley del PSOE para reformar la ley del 'solo sí es sí', con el objetivo de retirar las alusiones a la "violencia y la intimidación" del texto, que pretenden incluir a los socialistas. Así pues, los socios de Pedro Sánchez se inclinan por la tesis de Unidas Podemos y del Ministerio de Igualdad, en manos de Irene Montero, partidarios de que el consentimiento se mantenga tal como está a la norma. El texto de estos dos grupos defiende a cambio colocar la violencia como agravante y ampliar la definición de consentimiento para que quede más clara.
Particularidades de la ley del 'solo sí es sí',
La iniciativa del PSOE, presentada ante la sucesión de rebajas de penas a delincuentes sexuales que ha motivado la entrada en vigor de la ley, todavía mantiene la agresión como tipo único, pero eleva las penas para aquellas que se hagan con violencia o intimidación o cuando la víctima tenga anulada por cualquier motivo su voluntad. El texto de los socialistas rescata varias horquillas previas del Código Penal, en concreto, eleva las penas mínimas que han provocado la rebaja de las condenas de agresores sexuales desde que la norma entró en vigor. Según la ley del solo sí es sí, será castigado como autor de agresión sexual, lo que perpetre cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento, y "solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona".
Con todo, el castigo es una pena de prisión de 1 a 4 años, que la reforma eleva a una horquilla de 1 a 5 años "si la agresión se ha cometido utilizando violencia e intimidación o sobre una persona que tenga anulada por cualquier causa la voluntad". Con respecto a las violaciones, la ley del sí es sí que fijó una pena de 4 a 12 años y la propuesta socialista señala que si se utilizó violencia o intimidación o la víctima tenía anulada su voluntad, el castigo subirá a entre 6 a 12 años.
Propuesta de ERC y EH Bildu
Tanto ERC como EH Bildu piden que los artículos 178 y 179 de Código Penal se mantengan tal como están para "proteger el consentimiento como centro de ley". Según las dos formaciones, la reincorporación de los términos de "violencia e intimidación" como centrales en el tipo penal de agresión sexual, añadiendo el elemento de anulación de la voluntad de la víctima, "desplaza el consentimiento como el elemento definidor entre una relación sexual consentida y una agresión sexual". "Eso supone negar que la violación, ya es per se una forma de violencia, y afirmar que hay violaciones no violentas", argumentan.
De hecho, quieren ir más allá en la definición del consentimiento para aclarar que "no se deducirá que hay consentimiento por la ausencia de resistencia física o el silencio de la víctima, ni por la conducta sexual previa". Con eso pretenden que tenga "más incidencia en el aspecto probatorio que determina la impunidad de muchos procedimientos".