Tras la victoria de Oriol Junqueras en la segunda ronda de las primarias internas, ERC se encuentra inmersa en la segunda fase de su convulso congreso. Este lunes el partido ha hecho llegar a la militancia los tres documentos, ahora podrán presentar enmiendas en los cuales: la ponencia política, la ponencia estatutaria y la ponencia estratégica denominada "Objetivo 2031", centrada en el camino para alcanzar la independencia de Catalunya. Aquel año, en qué se celebrarán elecciones municipales, el partido celebrará su centenario y han querido aprovechar el valor simbólico de la fecha, que coincide también con la recuperación de la Generalitat de Catalunya, pero sin "generar la expectativa que en el 2031 seremos independientes" y, aprendiendo la lección del pasado, "sin encorsetarnos en una fecha que limite" la acción política del partido. El objetivo, así, es consolidar una mayoría social a favor de la independencia de Catalunya: "El año 2031 nos ofrece una oportunidad ineludible para construir las condiciones que nos permitan consolidar una mayoría social y política favorable al proyecto de la República Catalana, como a condición indispensable para poder hacer efectivo el derecho a la autodeterminación", recoge el texto. En palabras de Isaac Albert, secretario de comunicación del partido, el 2031 es una fecha "muy simbólica" y el objetivo que recoge la ponencia es "haber recuperado una mayoría sólida e incuestionable" a favor de la independencia.
El partido apuesta en su ponencia estratégica "huir de la política de los brazos caídos" después de un ciclo político nefasto para Esquerra (con cuatro batacazos electorales consecutivos en las municipales, españolas, catalanas y europeas, que abocaron el partido a vivir una dura guerra interna) pero también malo para el conjunto del movimiento independentista, ya que este ha perdido la mayoría de la cual disfrutaba al Parlament. Uno de los aprendizajes que se lleva el partido respecto del 2017 es que si bien tener mayoría en el Parlament no es una condición suficiente para declarar la independencia de Catalunya, pero sí necesaria. "Si no la tenemos, es difícil que este país se plantee grandes retos en el ámbito nacional, pero también necesitamos una mayoría social. Las instituciones que en el 2031 estén liderando este país necesitarán un pueblo que les dé apoyo", reflexionan.
Referéndum sin fecha ni condiciones
En la ponencia política aprobada hace solo dos años, en enero del 2023, el partido recogía la propuesta del Acord de Claredat planteada por el entonces president de la Generalitat, Pere Aragonès, para conseguir un referéndum pactado con el Estado, haciéndose el suyo. Concretamente, proponían que se consideraría que la victoria del "sí" sería clara si "se reunieran al mismo tiempo un mínimo de un 50% de la participación y un mínimo de un 55% de apoyo al sí a la independencia, la conocida (y que generó mucha polémica dentro del movimiento independentista) como vía de Montenegro. En esta ocasión, el concepto del Acord de Claredat no queda recogido en la ponencia "Objectiu 2030", como tampoco ni la fecha ni las condiciones de un nuevo referéndum, considerando que eso sería "empezar la casa por el tejado" y que fijarlas corresponderá a los negociadores catalanes que haya en aquel momento.
El análisis de la pérdida electoral de ERC
La guerra interna que ha vivido Esquerra en estos últimos meses, con heridas todavía abiertas y que ha supuesto una ruptura entre Oriol Junqueras y Marta Rovira (ahora su puesto lo ocupa Elisenda Alamany) se ha visto precipitada por la pérdida de cuatro elecciones consecutivas entre 2023 y 2024 y una pérdida sostenida de votos, tras haber ganado, por ejemplo, las elecciones municipales de Barcelona en 2019 o las españolas de ese mismo año. En su ponencia política, el partido hace una reflexión sobre este bajón: "El voto prestado y recibido de otras fuerzas políticas de izquierdas no independentistas durante 2017 y 2019 no pudo fidelizarse de acuerdo con la acción de gobierno desarrollada en la Generalitat, en la que la falta de apoyo de la CUP y con la ruptura y salida del Govern de Junts, derivó en una situación de oposición frontal, mediática y multipartidista en el Govern de ERC en solitario ya sus líderes represaliados". Así, consideran "imprescindible" volver a ser el partido referente de los jóvenes, de las mujeres y de las personas mayores, después de haber perdido buena parte de su apoyo electoral.
ERC, partido independentista
Una de las propuestas que había cogido más vuelo en los últimos meses era la que había puesto sobre la mesa el consejero nacional más votado en el último congreso, Joan Tardà, quien había planteado la posibilidad de que Esquerra dejara de ser un partido exclusivamente independentista y que su objetivo sea el de luchar por la República Catalana y no por la independencia de Catalunya. Oriol Junqueras ya había manifestado que no compartía la opinión de quien se encarga de presidir la Comisión de la Verdad que aspira a esclarecer toda la polémica en torno al asunto de los carteles contra los hermanos Maragall y la Estructura B. Ahora, en la propuesta de ponencia estatutaria, no ha habido ningún cambio en lo que se refiere al artículo número 2, que define que "Esquerra Republicana tiene como objetivo la independencia de los Països Catalans y el Aran, y la consecución de una sociedad más justa y solidaria, sin desigualdades entre las personas y los territorios" y que también es un partido "republicano, democrático, feminista y de izquierda no dogmática ". Tardà podrá presentar una enmienda ahora para introducir ese cambio que ya ha planteado. Los militantes tienen hasta el 20 de febrero para ello.