Hacer política es sinónimo de negociar y negociar implica ceder. Con la mirada puesta en la investidura y la formación de nuevo gobierno, Esquerra Republicana ha movido ficha para allanar el camino de un acuerdo más amplio empezando por la composición del nuevo Parlament. Los de Pere Aragonès votarán a favor de la candidatura -todavía por oficializar- que proponga Junts per Catalunya para presidir la cámara catalana. En paralelo, hará un gesto con la CUP, a quien cederá un cargo en la Mesa.
Es la decisión salomónica que han tomado los republicanos, horas antes del pleno de constitución y después de varios encuentros entre los tres partidos independentistas. ERC argumenta la operación por "responsabilidad y generosidad" y espera que el gesto tenga su recompensa de cara a la investidura de Aragonès.
Durante las negociaciones con el resto de actores independentistas, se había abierto una pugna por la presidencia del Parlament entre Junts y la CUP, a la que los republicanos dieron alas abriéndose a todos los escenarios. Finalmente han acabado accediendo a la exigencia de los de Puigdemont, que reivindicaban su legitimidad para ocupar el cargo, en tanto que segunda fuerza independentista más votada. El compromiso de ERC llega antes de que Junts haya hecho público el nombre de quien propondrá para presidir la cámara. El anuncio lo hará esta tarde, tras reunir a la ejecutiva. Todas las miradas apuntan a Laura Borràs.
Con los votos de ERC y Junts bastará para situar Borràs -o quien sea que nombren los junteros- a la presidencia. Si la CUP no da su apoyo, será en segunda votación. De esta manera, la propuesta de los anticapitalistas para asumir el cargo de segunda autoridad de Catalunya queda en vía muerta. Con todo, los anticapitalistas verán satisfecha su aspiración de entrar, por primera vez a la historia, en la Mesa del Parlament. Será con una de las cuatro secretarías, una plaza que correspondería a ERC y que entregarán a los cupaires. Los republicanos se quedarán con una de las dos vicepresidencias y se arriesgan a quedarse con un solo miembro en la Mesa, por dos que tendrá Junts.
Mayoría garantizada en la Mesa
Ya por la mañana, la CUP ha anunciado que se apartaba de la carrera para presidir el Parlament, lamentando y criticando con dureza la actitud "temeraria" de Junts per Catalunya, a quién acusan de "llevar la situación al límite", haciendo correr al independentismo el riesgo de que el PSC acabara controlando la cámara catalana.
La mayoría que el 14-F dio al independentismo se traducirá en la Mesa del Parlament, con por lo menos cuatro de las siete plazas componen este órgano. El PSC, el partido ganador de las elecciones, tendrá dos asientos más, una vicepresidencia y una secretaría.
El independentismo opta en un quinto lugar
La incógnita gira en torno a la última secretaría, la cuarta. A raíz del pacto para aislar a Vox, la plaza que tendrían que ocupar como cuarta fuerza en el Parlament queda vacante. El independentismo podría quedársela siempre y cuando los comunes no se alíen con PSC, Cs y PP para conseguir el cargo. Si los de Jèssica Albiach coordinaran sus votos con los de la derecha y los socialistas, se harían con la séptimo lugar en disputa.
En la imagen principal, la silla de la presidencia del Parlament. / Sergi Alcàzar