Como cada año alrededor del 14 de abril, día en que se conmemora la proclamación de la República Catalana dentro de la Federación Ibérica, ERC celebra su Dinar de la República. Si en años anteriores esta cita coincidía con el pistoletazo de salida de las campañas electorales para las municipales del 2023 y las catalanas del 2024, este año lo ha hecho con la guerra arancelaria empezada por Donald Trump como presidente de los Estados Unidos y también con la noticia que Catalunya se encuentra una vez más en la cola de las inversiones del Estado por parte del Gobierno. Los dos acontecimientos han marcado los discursos de Oriol Junqueras y Elisenda Alamany, presidente y secretaria general del partido, ante la militancia convocada para comer juntos después de un año convulso entre los republicanos. Así, Junqueras ha hecho un llamamiento a no resignarse delante de aquellos a que creen que el país no merece buenas infraestructuras, advirtiendo que será ERC quin les marcará la ambición nacional. En la misma línea, ha avisado que si bien su partido está dispuesto a luchar solo por Catalunya, preferiría hacerlo con un frente amplio, formado no solo por instituciones y partidos, sino por todo el conjunto de la sociedad catalana. Con todo, también ha habido espacio para lecciones de historia y Alamany ha recordado que cuando fue su profesor en la Universidad Autónoma, Junqueras la aprobó en su asignatura.

ERC, contra los que ríen las gracias a Trump

Junqueras ha centrado su parlamento ante la militancia en denunciar las decisiones tomadas por Trump al frente del gobierno de los Estados Unidos: "ERC quiere enfrentarse a todos aquellos que aplauden las gracias a una administración norteamericana que toman decisiones contra el mundo y su pueblo", ha anunciado, asegurando que su partido quiere "encarnar" los valores de resistencia y esperanza del mundo occidental que han decidido no dejarse someter a una guerra arancelaria, contra todos los trabajadores y trabajadoras del mundo". Una guerra que, ha advertido, empobrecerá a toda la clase trabajadora, y para la cual ha reclamado una mayor autonomía estratégica de Europa. Esta, sin embargo, ha advertido, no se puede centrar solo a hacer más políticas de seguridad y de defensa, sino que tiene que ir mucho más allá y que la UE tiene que saber aprovechar su "fortaleza extraordinaria en términos económicas" y "abrazarse" a aquellos países que también se sienten víctimas de las políticas de Trump.

Una República útil, viva y seductora

Antes de Junqueras, ha intervenido Elisenda Alamany desde el parque de la Barceloneta de la capital catalana, donde| nde ha elogiado los gobiernos republicanos de los años 30 del siglo pasado y ha apostado por hacer que la República Catalana del futuro no sea vacía ni cerrada, sino todo el contrario, "viva, llena de contenido, útil y tan seductora como sea posible" para hacer que tantos catalanes como sea posible depositen su esperanza. Así, también ha asegurado que el partido del cual es secretaria general desde diciembre quiere ser quien marque la ambición nacional y también el futuro del país: "Ante Renfe y Aena, escogemos Catalunya; ante los que quieren una ciudad escaparate, los vecinos". Y por eso ha exigido al president de la Generalitat, Salvador Illa, que tome ejemplo y que "entre el PSOE y sus colegas en Madrid, escoja Catalunya, ante de un país que está en la cola de las inversiones, escoja los estudiantes, los trabajadores y las empresas catalanas".