El acuerdo in extremis del independentismo en el Parlament para presentar resoluciones sobre la amnistía y la autodeterminación endurece la negociación para la investidura de Pedro Sánchez. Los republicanos y los juntaires han pactado una propuesta de resolución transaccional que, más allá de la amnistía, eleva el precio que tendrá que pagar el PSOE si quiere retener la Moncloa: "El Parlament se pronuncia a favor de que las fuerzas políticas catalanas con representación en las Cortes españolas no den apoyo a una investidura de un futuro Gobierno que no se comprometa a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum". Dicho de otra manera, si el Gobierno no acepta avanzar hacia permitir el ejercicio del derecho a la autodeterminación, Pedro Sánchez se quedará sin investidura.

Los tres partidos independentistas habían presentado el miércoles propuestas de resolución separadas, también, sobre la autodeterminación. Los principales escollos tenían que ver con el vínculo que tiene que tener con la amnistía, el papel del 1-O o cómo tiene que condicionar una eventual investidura del líder del PSOE. El acuerdo que han firmado Esquerra y Junts per Catalunya estipula que la resolución del conflicto político entre Catalunya y el Estado "pasa por la vía política y democrática, y se reafirma en la defensa del ejercicio del derecho a la autodeterminación". "El mandato que salió del referéndum del 1-O podrá ser sustituido por un nuevo referéndum acordado con el Estado", añaden, indicando que se insta al Govern a "hacer todas las acciones oportunas para hacerlo realidad". La CUP no se ha sumado porque, según ha explicado el diputado Xavier Pellicer en una atención a los medios de comunicación, no ven bien que se acepte como "única estrategia" que el referéndum sea pactado con el Estado para conseguir el derecho a la autodeterminación.

 

La intrahistoria de las negociaciones

Después de presentar propuestas por separado el miércoles, este jueves por la mañana todo parecía apuntar que, esta vez, el acuerdo entre los partidos independentistas sería más complicado. Al mismo tiempo, tanto en Esquerra como en Junts eran conscientes de que había muy en juego con el actual contexto político, y buscaban un acuerdo de mínimos para intentar evitar la imagen de un Parlament incapaz de aprobar por mayoría alguna de las propuestas sobre amnistía y autodeterminación. El plazo para presentar una transaccional acababa a las cinco de la tarde y desde primera hora de la mañana hasta entonces las reuniones entre las direcciones de los grupos parlamentarios independentistas se han intensificado para explorar un acuerdo. Se ha llegado al punto de tener que solicitar una prórroga del periodo para entrar a registro las transaccionales, que se ha ampliado hasta las 17:30h a petición de ERC y de Junts.

Los tres sostienen que la amnistía es una condición necesaria, pero no suficiente, y es en este punto donde Esquerra y los juntaires han pactado condicionar la investidura de Pedro Sánchez a "comprometerse a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum". Cuando el president en el exilio, Carles Puigdemont, trazó los cuatro ejes para posibilitar un "acuerdo histórico", situó los tratados y acuerdos internacionales como únicos límites en materia de autodeterminación. De hecho, así lo delimitaba inicialmente Junts en su propuesta de resolución del miércoles, recordando que el artículo 96 de la Constitución española hace alusión a estos tratados que podrían posibilitar el referéndum. A pesar de esta exigencia al Gobierno, ambos partidos no consideran que esto dificulte más la negociación porque sostienen que ya habían expuesto las condiciones para el acuerdo.