Cuarto día de reuniones consecutivas desde el lunes. Y empiezan las concreciones en las conversaciones entre ERC y Junts para la investidura de Pere Aragonès y la puesta en marcha del nuevo Govern. En concreto, los negociadores han practicamente cerrado, a falta de la confirmación definitiva del último documento, un acuerdo para la creación de cinco espacios de coordinación entre las dos formaciones. Además, este jueves se ha puesto al marcha el primero de los equipos de trabajo para abordar los diferentes temas del programa. En concreto, se ha inaugurado un equipo de trabajo sobre políticas sociales.

Grupos de trabajo

Este grupo de trabajo se tiene que encargar de abordar los temas de salud, bienestar social, vivienda y cultura, además de políticas digitales. Han participado en esta primera reunión la diputada republicana Laura Vilagrà y la portavoz de Junts, Elsa Artadi, y se ha incorporado también el secretario general del departamento de Salut, Marc Ramentol.

A principios de semana ya se había apuntado que se crearían estos grupos con el fin de avanzar en los temas sectoriales. Faltan para iniciar los trabajos del grupo encargado de los temas de economía, territorio y cambio climático, mientras que un tercer equipo trabajará la política institucional, administración pública y buen gobierno.

Espacios de coordinación

Posteriormente, la reunión de los dos equipos de negociadores ha abordado la respuesta de Junts a la propuesta republicana de crear tres comisiones de coordinación en los diferentes ámbitos de trabajo en común. Esta es seguramente la carpeta más sencilla de la negociación y el objetivo es crear los resortes que permitan hacer seguimiento del acuerdo en los diferentes ámbitos y garanticen cerrar cualquier conflicto que pueda surgir.

Finalmente, se ha concretado la creación de cinco espacios de coordinación, que se tendrán que encargar de los trabajos al gobierno, Parlament, Congreso de los diputados, y Europa, aparte de la dirección colegiada.

Las reuniones de los negociadores se celebran de manera presencial en el Parlament -aunque también hay intervenciones telemáticas- lo cual permite observar las idas y venidas de los representantes de ambos partidos, pero también los contactos de los republicanos con la CUP para mantener al día las conversaciones.

Consell per la República

A pesar de los avances, ni ERC ni la formación de Carles Puigdemont esconden que el acuerdo está todavía verde. En las filas republicanas se mantienen los recelos hacia las reclamaciones de Junts relativas al Consell per la República que aparece constantemente como un escollo clave en las conversaciones. El mismo Aragonès subrayó en su discurso de investidura fallido que no tenía ninguna intención de ceder ninguna de las responsabilidades que corresponde al Govern hacia el Consell. Desde entonces, otros dirigentes republicanos han insistido en este aviso.

Desde Junts se señala que el acuerdo en relación al Consell está pendiente de la reformulación de este órgano impulsado desde Waterloo. Además, se insiste en negar que en ningún momento de la negociación se haya planteado qué papel tiene que asumir Puigdemont.

En cualquier caso, el lunes ERC emplazó a Junts a cerrar un acuerdo antes del 1 de mayo. El equipo que lidera Jordi Sànchez replicó que no se sentían presionados y aseguran que ninguna reunión se ha puesto este calendario encima de la mesa. A pesar de todo, las conversaciones se ha acelerado pero la insistencia de Junts a blindar todas las carpetas con el máximo detalle ha provocado que se empiece en hablar de agotamiento de plazos. Y ha impulsado las especulaciones sobre nuevas elecciones. De momento, sin embargo, los dos partidos niegan contemplar esta posibilidad. Aunque ni unos ni otros esconden los recelos mutuos sobre los proyectos reales de los interlocutores.

 

En la imagen principal, las diputadas de ERC Laura Vilagrà y Junts Elsa Artadi este jueves en los pasillos del Parlamento / ACN