La finalización, este sábado, del últimàtum lanzado por Pere Aragonès a Junts per Catalunya para llegar a un acuerdo de Govern que permita investir al candidato republicano, ha propiciado una segunda cumbre en la prisión de Lledoners que ha tenido lugar esta mañana, según ha adelantado TV3.
La reunión ha durado unas dos horas y ha tenido como objetivo encontrar fórmulas para desbloquear las negociaciones que permitan formar Govern. A pesar de que, de momento no ha trascendido el resultado del encuentro, ERC tiene sobre la mesa explorar la posibilidad de formar un Govern en solitario, que podría contar con el apoyo a la investidura de Junts per Catalunya y la posibilidad de integrarse en el ejecutivo más adelante.
A pesar de que el plazo para investir un nuevo presidente no se agota hasta el 26 de mayo, la reunión de esta mañana en la prisión tendría que haber servido para desencallar y hacer avances sustanciales en el acuerdo.
Después de dos horas de reunión, en la que han participado Oriol Junqueras, Pere Aragonès y Josep Maria Jové por parte de ERC y Jordi Sànchez, Elsa Artadi y Josep Rius por parte de JxCAT, Pere Aragonès ha salido finalmente de la cárcel, pero sin hacer declaraciones. Tampoco lo han hecho los negociadores de Junts.
De todas formas, ERC ha realizado una valoración "positiva" de la reunión, según han explicado a Europa Press fuentes del partido. Las mismas fuentes han añadido que los republicanos dedicarán el resto del día a estudiar la situación después de este encuentro, y prevén pronunciarse entre este domingo o lunes.
Govern "de forma inminente"
Esta misma mañana y antes de desplazarse a Lledoners, Pere Aragonès, ha reclamado la necesidad que Catalunya tenga "de forma inminente" un Govern "en pleno rendimiento" para combatir las consecuencias económicas de la pandemia. Lo ha dicho en Barcelona en el acto de ERC para conmemorar el 1 de Mayo, 'La República del treball digne', donde se ha comprometido a impulsar un "marco catalán de relaciones laborales, que tenga en el salario mínimo de referencia de Catalunya uno de sus objetivos" y que se base "en la negociación colectiva".
En caso de no llegar a ningún acuerdo con JxCAT, ERC da por descontado que tendrá que seguir sentado a la mesa con ellos, porque entenderse con el PSC es una línea roja que ERC tiene claro que no traspasará. Aunque la alternativa sea un gobierno en minoría de Aragonès, este sería imposible si no cuenta con el apoyo de JxCAT en una investidura que tendría que tener lugar, como muy tarde, el 26 de mayo, el auténtico ultimátum a que se enfrenta el independentismo.