"Un PSOE más débil significa más posibilidades". En estos términos se expresaba un alto dirigente de Esquerra Republicana horas después de las elecciones madrileñas en una conversación con ElNacional.cat durante la cual recordaba la frase recurrente de Rufián que "el PSOE no hace, se le obliga a hacer".
El debilitamiento de los socialistas, derivado de la abrumadora victoria de Ayuso y el sorpasso de Errejón, da alas a ERC en plenas negociaciones con Junts per Catalunya para materializar la investidura de Pere Aragonès. Los socios independentistas no leen los resultados de la misma manera. Tanto Junts como la CUP consideran que las elecciones en la capital española sentencian la mesa de diálogo y no ven futuro en la gran apuesta de los republicanos.
Los de Junqueras, en cambio, se aferran a la necesidad de Pedro Sánchez de reponerse de la caída en Madrid desde la fortaleza de Moncloa. En este sentido, descartan que el presidente español esté tentado de adelantar las elecciones, no sólo porque querría decir afrontarlas con el estigma de ser los perdedores, sino porque en breve tiene que llegar la lluvia de millones de los fondos europeos. Una inyección que se alargará también en el 2022.
"Tenemos que aprovechar para hacerle entender a Sánchez que ya basta", afirman desde ERC a este diario. Hasta ahora, el líder del PSOE había especulado con la geometría variable en el Congreso y, cuando ha hecho falta, ha amenazado a los republicanos con pactar con Cs. "Ahora eso no es posible porque Cs está en subasta, eso hace que nuestro peso y la fuerza de condicionar su gobierno sea mucho mayor". Es la lectura que hacen los diputados de ERC en el Congreso.
Sánchez: impulso u obstáculo
De rebote, confían en que esta aritmética haga evidente que el partido catalán fuerte en Madrid es ERC y no Junts. Cómo mueva ficha Sánchez a partir de ahora será determinante para impulsar a ERC en la negociación con Junts o poner más palos en las ruedas. El presidente español se comprometió a resucitar la mesa de diálogo inmediatamente después de las elecciones catalanas. Y ya han pasado tres meses. En paralelo, este mes de mayo el Consejo de Ministros tendrá que pronunciarse sobre el indulto a los presos independentistas, una decisión que marcará sin duda los próximos pasos de la política catalana.
Con Iglesias se pierde un aliado
Así como el pinchazo del PSOE lo perciben como una ventana de oportunidad, en ERC reconocen que la desaparición de Pablo Iglesias de la vida política española es un handicap porque supone perder a un aliado. El hasta ayer líder de Podemos ha sido una pieza clave en el Gobierno para arrastrar a Sánchez hacia las fuerzas independentistas. Con todo, otro miembro destacado del partido afirma que "Iglesias tenía muy buenas intenciones y palabras, pero tampoco hizo nada".
En la imagen principal, Aragonès y Sánchez. / EFE