Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha vinculado la aprobación de los presupuestos del estado español con los de Catalunya. Así lo ha indicado la portavoz de los republicanos, Raquel Sans, en una entrevista con EFE, donde ha remarcado que los dos presupuestos van "en paralelo" y que los catalanes no entenderían que se aprobaran las cuentas generales, pero, a cambio, no prosperaran las de la Generalitat para el 2024.
"La negociación presupuestaria en el Estado y en Catalunya son dos cuestiones que tienen que ir en paralelo y todos tenemos que ser responsables", ha subrayado Sans. Así pues, los republicanos ligan explícitamente las negociaciones y posible aprobación de ambos proyectos presupuestarios tanto en el Parlamento como en el Congreso. Para Sans, "costaría entender que hubiera presupuestos del Estado y, en cambio, no hubiera en Catalunya y nos pusiéramos exquisitos. A los catalanes les costaría mucho entender que las fuerzas políticas que han designado mayoritariamente sean capaces de dar apoyo a los presupuestos generales y, en cambio, no seamos capaces de encontrar los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos de su día a día".
La dirigente republicana ya ha adelantado que no será una negociación fácil: "Todo el mundo tendrá que hacer renuncias". Además, ha recordado que el Gobierno ha iniciado hace semanas las reuniones con PSC-Units, Junts, comunes y CUP con "máxima voluntad de mano tendida y entendida", sabedor, además, que su minoría parlamentaria lo obligará nuevamente a crear puentes para confeccionar estas cuentas. Sans ha reconocido que el proyecto presupuestario de ERC no puede salir adelante sin negociaciones con otras fuerzas: "Teniendo en cuenta la aritmética parlamentaria, somos conscientes de que estos no serán los presupuestos de ERC, porque tenemos 33 diputados. Como tampoco lo serán del PSC, ni de Junts ni de los comunes. Todo el mundo tendrá que hacer renuncias y equilibrios, como cuando nosotros damos apoyo a los presupuestos generales".
El obstáculo del Hard Rock
Partiendo de la base que los republicanos asumen las dificultades de esta negociación, Sans ha destacado el caso del macrocomplejo de ocio Hard Rock. Concretamente, el hecho de que este fue uno de los requisitos que los socialistas pusieron para votar favorablemente las cuentas en 2023 y que los comunes ahora sitúan como línea roja, exigiendo que el Gobierno descarte este proyecto. Sans ha recordado que "ni el año pasado ni en este había ninguna partida presupuestaria destinada al Hard Rock". Por extensión, a los republicanos "les cuesta entender" que si el año pasado este fue un requisito del PSC y entonces a los comunes les pareció "válido" y "no tuvieron problema" a dar apoyo a los presupuestos, ahora se haya convertido en un obstáculo insalvable para los de Jéssica Albiach. Además, ha remarcado que el Hard Rock "no es el modelo de ERC".