Dice el refrán que quien la sigue la consigue. Con esta máxima por bandera, Pere Aragonès hace oídos sordos a las negativas cruzadas a ambos lados y llama a la "responsabilidad" a Junts, comunes y la CUP para ponerse de acuerdo "para dar el paso de gigante que necesita este país, por la libertad y por la reconstrucción económica y social". El aspirante a president insiste en que "no es el momento de excusas" sino de "la ambición" y ha advertido a las fuerzas soberanistas que no pueden frenar la fuerza del 1-O y el 3-O escondiéndose detrás de excusas".
El actual vicepresident en funciones se ha expresado en estos términos durante el consejo nacional de ERC, celebrado esta tarde en la sede de la formación, a caballo entre la virtualidad y la presencialidad. Ha sido pocas horas después de la primera reunión de los republicanos con la delegación de Junts per Catalunya. Los de Puigdemont han sido los segundos de la ronda de contactos de ERC para explorar apoyos para un gobierno amplio. Los primeros fueron la CUP y los siguientes serán los comunes.
Escudado por la plana mayor del partido, Aragonès se ha proyectado en el traje de president, en lo que ha sido un ensayo, en formato breve, de discurso de investidura. Estaba, de cuerpo presente, Oriol Junqueras, así como los dirigentes Sergi Sabrià y Marta Vilalta. Desde Suiza y por conexión telemática, les acompañaba Marta Rovira. Desde la noche del domingo, y como han hecho durante toda la campaña, los dirigentes republicanos mantienen la apuesta por una gran coalición soberanista que han bautizado como el "Govern 3-O".
Ensayo de discurso de investidura
El candidato de ERC a la presidencia ha señalado "la oportunidad histórica" que ha abierto el 14-F para "avanzar hacia la República y en el mientras tanto trabajar para mejorar la calidad de la vida de la gente": En este sentido, ha prometido, cuando gobierne, "poner el acento en la justicia social y el independentismo a la vez". Para hacerlo, se ha comprometido a "construir la nueva Generalitat republicana", para "cambiar inercias" que hagan "trambalear los marcos establecidos los últimos 40 años" y afrontar una "transformación profunda del país desde el minuto uno de la legislatura". "No será una legislatura más, hemos venido a cambiar las cosas", ha concluido.
Sobre los objetivos que tendrá su gobierno, ha puesto el énfasis en que la que se abre tendrá que ser la "legislatura de la preparación del nuevo referéndum", la de la negociación con Madrid para "tensar los límites del Estado español teniendo en cuenta que la paciencia de los catalanes no es eterna": Aragonès ha adelantado las "cuatro revoluciones" que aspira a comandar, "social, feminista, verde y democrática".
Lección de historia de Junqueras
Fiel a su estilo, Oriol Junqueras ha hecho una habitual lección de historia, marca de la casa. El presidente de ERC ha precedido el discurso de Aragonès para poner el acento en que más allá de la victoria "como nunca" del independentismo, "dentro del independentismo han ganado las izquierdas". El exvicepresident ha recordado que eso no pasaba desde hace décadas y, según él, se trata "de una manera de resituar el país donde se quiso situar en los años 30".
"Primero la guerra, después la dictadura y después el régimen autonómico del 78 impidieron que ERC volviera a asumir la responsabilidad de gobernar este país", ha destacado. Y ahora que vuelven a tener la ocasión, Junqueras ha hecho una promesa: "No decepcionaremos, pedimos a todo el mundo que nos ayude".