Se ha repetido prácticamente el mismo esquema que en enero del 2020. Entonces, ERC acordó con Pedro Sánchez la constitución de una mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat como condición para facilitar su investidura. Hoy, los republicanos han llegado a un entendimiento con el PSOE y Unidas Podemos para reactivar esta mesa tan pronto como se constituya el nuevo Govern, a través de una moción en el Congreso. Será aprobada este jueves, pero lo hará sin el apoyo del resto de fuerzas independentistas catalanas. Tanto Juntos como la CUP han advertido que se trata de un "engaño" y han reafirmado su escepticismo. Las dos formaciones se abstendrán. Catalunya ha aterrizado en Madrid en plena campaña electoral, en un debate con reproches y disputa incluida.
El texto de los republicanos consta de un solo punto: que el parlamento inste al Gobierno a "reunirse en la mesa de diálogo y negociación bilateral con el Govern de la Generalitat de manera inmediata, una vez constituido el nuevo Govern surgido de las elecciones del 14 de febrero. para avanzar de forma decidida en la resolución del conflicto político existente entre Catalunya y el Estado español". Tanto el PSOE como Unidas Podemos votarán a favor, cuando sea sometida a votación el jueves en el Congreso. También lo harán los cuatro diputados del PDeCAT, el PNV y EH Bildu.
La diputada Montse Bassa ha sido la encargada de defender la moción delante del hemiciclo. Si bien ha dejado claro que su propuesta pasa por la amnistía y la autodeterminación, la parlamentaria republicana ha reivindicado el sit and talk, porque "creen en el diálogo y la negociación, y no en la violencia y el autoritarismo". Ha lamentado que no se haya reunido más de una vez la mesa "por el desinterés del PSOE y de Junts per Catalunya". Sin embargo, ha tendido la mano a las otras formaciones independentistas, JxCat y la CUP, porque "Catalunya necesita que estemos unidos".
Pero estas formaciones no han recogido el guante. Laura Borràs ha criticado que la mesa es un engaño, que el PSOE "no ha tenido nunca ninguna intención de dialogar" y que sólo lo hizo para tener los apoyos a la investidura y a los presupuestos. "Ya no hay promesas de mesas de diálogo que nos creamos", ha advertido la portavoz de Juntos y candidata a la Generalitat. Ha aprovechado esta última circunstancia para recordar al Gobierno que, si gana las elecciones, La Moncloa tendrá que negociar con ella.
En unos términos muy parecidos se ha expresado Mireia Vehí, que ha avisado que el PSOE vive todavía "obsesionado" con la Constitución española, y mientras esto siga así la mesa de diálogo "no servirá" para dar una respuesta al conflicto político. Por eso, en estos momentos, la diputada de la CUP ha defendido que hace falta un "desbordamiento democrático". Todo lo que no sea eso, ha concluido, "sólo le hace un favor al PSOE".
Amenazas de Vox
Como era previsible, Vox ha pronunciado el discurso más hiperventilado del españolismo. De hecho, los ultras han presentado una enmienda a la moción de ERC, que cambia radicalmente los términos. El texto de los de Santiago Abascal insta al Gobierno a ilegalizar a los partidos independentistas, que no se pueda indultar a los presos políticos y cadena perpetua a los culpables de sedición y rebelión. En su intervención, el diputado Javier Ortega Smith ha amenazado con ejercer el "derecho de autodefensa como nación" ante las supuestas agresiones independentistas a la unidad de España.
Zaragoza (PSC), triunfalista
En cambio, los socialistas se han mostrado muy triunfalistas a las puertas de las elecciones del 14 de febrero. Quien ha tomado la palabra ha sido el diputado del PSC, José Zaragoza, que ha reprochado a la derecha y al independentismo que vivan "tranquilamente" en sus propias "trincheras". No obstante, ha concluido, "eso se ha acabado, el 14 de febrero se ha acabado el conflicto".