La plana mayor de ERC y parte de su militancia se encuentra reunida este fin de semana en Martorell, donde el partido celebra el plenario de su proceso congresual con un Oriol Junqueras reforzado después de recuperar la presidencia en diciembre. Uno de los elementos que habían afianzado su figura al frente de Esquerra ha sido el de los acuerdos a los que ha llegado el partido en los últimos meses con los socialistas, tanto en Madrid como en Catalunya, como el traspaso de Rodalies, escenificado por su secretaria general, Elisenda Alamany, y la consellera de Territorio Silvia Paneque.

Después del ofrecimiento por parte del ministerio de Transportes a los sindicatos, sublevados contra este traspaso, para intentar evitar la huelga convocada durante siete jornadas repartidas entre este mes de marzo y en abril, se han levantado voces de Junts denunciando que eso demuestra que no se ha acordado un traspaso real. E incluso un perfil destacado de ERC, como es Carme Forcadell, ha tildado de "tomadura de pelo" el acuerdo. Desde la dirección, sin embargo, niegan que el acuerdo firmado esté "en crisis", remarcan que la prioridad es que el traspaso sea "efectivo" y que no hay nada en cuestión. Insistiendo, eso sí, que la empresa que gestione Rodalies tiene que ser 100% catalana.

Sin contraponer derechos del pueblo

Se ha expresado en estos términos Isaac Albert, portavoz adjunto del partido y vicesecretario de comunicación, que ha dejado bien claro también que para Esquerra es "un error", contraponer los derechos de los trabajadores con los de los usuarios del servicio porque son derechos del "pueblo de Catalunya". "Somos conscientes de que si queremos avanzar en este traspaso lo tenemos que hacer con los trabajadores". Albert ha subrayado que los derechos laborales están garantizados en el pacto y que así lo dicen tanto el ministerio de Transportes como el Govern de la Generalitat, sin entrar a polemizar en ningún momento con los sindicatos que han convocado la huelga. El dirigente republicano ha reflexionado que el traspaso de Rodalies "no es un proceso rápido ni fácil, forman parte muchos actores y tiene varias variables que lo hacen complicado", tal como demuestra la situación actual.

El traspaso de Rodalies era una condición imprescindible de ERC, tanto para investir a Pedro Sánchez en noviembre del 2023 como a Salvador Illa el pasado mes de agosto, y es un elemento que figura en los dos acuerdos. Después del retorno de Oriol Junqueras el pasado mes de diciembre a la presidencia del partido, fue lanzando avisos a los socialistas, advirtiéndoles que la nueva dirección sería mucho más exigente en el cumplimiento de los acuerdos. Por eso mismo, Salvador Illa se quedó sin presupuestos en su primer año de legislatura. Uno de los puntos de la sesión de este sábado en Martorell es, precisamente, evaluar el cumplimiento de los pactos.