Esquerra Republicana evita hacerle el juego al Partido Popular a costa de Venezuela. El PP ha convocado esta mañana en el Senado al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, para que dé explicaciones sobre la posición del Gobierno en relación con las últimas elecciones en Venezuela, que los observadores internacionales consideran que no fueron democráticas (el Consejo Nacional Electoral de Venezuela otorgó la victoria a Nicolás Maduro, pero la oposición asegura que el ganador fue Edmundo González). Según ha podido saber ElNacional.cat, ERC y Bildu han decidido plantar la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado viendo que el PP está convirtiendo la cámara alta en un “anexo de Génova” y sigue utilizándola de “forma partidista”, como ya hizo para retrasar la tramitación y aprobación de la ley de amnistía.

“Cuando quieran tener un debate serio y constructivo, sin mentiras, ni manipulaciones sobre la situación en Venezuela, que es el que los venezolanos se merecen, participaremos”, señalan fuentes de ERC a este medio. Hasta que eso no llegue, aseguran que seguirán denunciando las “prácticas interesadas y partidistas” del PP a través de su mayoría absoluta en el Senado. “Al PP le interesa sacar rédito mediático de lo que pueda estar o no pasando en Venezuela”, lamentan las mismas voces, que ponen de relieve que los populares no tienen interés en el pueblo venezolano, que “se merece respeto y un debate serio”.

Las fuentes republicanas consultadas por ElNacional.cat también recuerdan que el PP “montó una delegación que viajó a Venezuela con dinero público de la cámara, a pesar de saber que no serían admitidos por no haber hecho los trámites adecuados para poder entrar al país”. ERC reprueba que la única intención de los populares era “generar ruido”, motivo por el que los republicanos “desestimaron participar”. Para el grupo liderado en el Senado por Sara Bailac, el PP hace venir al ministro en el Senado “únicamente para acusar el Gobierno y José Luis Rodríguez Zapatero de sus relaciones con Venezuela”.

El PP critica la “tibiez” del Gobierno, “prisionero de la complicidad de Zapatero con Maduro”

Justo esta mañana, el vicesecretario institucional del PP, Esteban González Pons, ha reprobado la “tibiez” del Gobierno con Venezuela y lo ha atribuido al hecho de que la Moncloa sea “prisionera de la complicidad de Zapatero con Maduro”. En una entrevista en Las Mañanas de RNE, el dirigente popular sostiene que el ministro Albares tendría que aprovechar la comparecencia de este martes para reconocer la victoria de González y “pedir a Maduro que cese la represión”. González Pons también ha disparado contra Zapatero, que fue observador internacional de las elecciones, a quien ha acusado de ser “incapaz de condenar el terrorismo de Estado” en Venezuela y lo ha invitado a “salir del mutismo”.

Venezuela deportó a una delegación del PP que viajaba sin permiso

Justo dos días antes de las elecciones, Venezuela impidió la entrada al país a una delegación de parlamentarios del PP que no tenían permiso del gobierno de Maduro para ejercer como observadores internacionales. Los diputados y senadores populares, que afirmaban que viajaron como “invitados” de la oposición, fueron retenidos en el aeropuerto de Caracas y después deportados hacia España en otro avión. Entre los expulsados había el europarlamentario Esteban González Pons, el portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, y la diputada Cayetana Álvarez de Toledo. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, exigió su “liberación inmediata” y que el Gobierno pusiera “los medios necesarios para tal fin”.

Los Estados Unidos reconocen a Edmundo González como ganador y la UE espera que se publiquen las actas oficiales

La presión sobre el gobierno presidido por Nicolás Maduro se ha ido acentuando desde el día de las elecciones. Cuando se cerraron las urnas, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela dio a Maduro como ganador entre denuncias de irregularidades. La oposición al chavismo afirmaba que había podido retener el 73% de las actas oficiales y aseguraba que, con estos votos escrutados, el ganador era Edmundo González. Tres días más tarde de los comicios, el Centre Carter, que participó como observador, no pudo “verificar la autenticidad de los resultados” y, por lo tanto, manifestó que el proceso electoral “no se adecuó” a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que “no puede ser considerado democrático”.

Las reacciones llegaron en cascada. Primero, los Estados Unidos reconocieron a González como ganador, alegando que las “pruebas irrefutables de las actas” muestran que el líder opositor derrotó a Maduro “con millones de votos”. Posteriormente, el Tribunal Supremo de Venezuela pidió las actas electorales para “verificar” el resultado. Y, finalmente, la Unión Europea dejó claro que no reconocerá los resultados hasta que se publiquen las actas oficiales, dado que los resultados no se pueden dar por buenos “sin pruebas que les dan apoyo”.