El president Pere Aragonès ha confirmado que este año no asistirá a la manifestación de la Diada 2022, al considerar que se trata de una movilización contra los partidos y las instituciones. Y la avalancha de reacciones no se ha hecho esperar. Hasta el punto que Esquerra Republicana ha tenido que aclarar en un comunicado que, como partido, sí que estará presente en la concentración con algunos de sus dirigentes. De momento, la única que ha confirmado su presencia es la expresidenta del Parlamento, Carme Forcadell, y la asistencia de los consellers de ERC sigue siendo una incógnita a nueve días del Once de Septiembre.
Ha sido esta mañana cuando fuentes del Govern han informado de que el president Aragonès no participaría de una manifestación que pide hacer "fuego nuevo a las instituciones" y pasar por delante de los partidos. Según estas fuentes, la manifestación va justamente contra instituciones y partidos, no contra el Estado español, y por lo tanto no sería coherente la presencia del jefe del Govern. Por lo tanto, Aragonès limitará su participación a otros acontecimientos, como la ofrenda en Rafael Casanova y Sant Boi de Llobregat o el acto institucional de la Diada en Montjuïc.
En un comunicado posterior, los republicanos han recordado que "como siempre", estarán presentes "en todos los actos de la Diada Nacional de nuestro país" y que también, como es habitual, organizarán uno propio. Y añaden: "Nos gustaría que cualquier entidad que convoca una manifestación lo haga a favor de la independencia y no en contra de los independentistas. Esquerra Republicana, como siempre, anima a participar de todos los actos y manifestaciones, tanto es así que, a la manifestación de la tarde, miembros de la dirección, cargos electos, militancia participarán, como ya ha confirmado la presidenta Carme Forcadell".
La ANC responde
La ANC, entidad organizadora de la manifestación, no ha tardado en reaccionar. Desde la Assemblea advierten que las acusaciones del president no son acertadas y lamentan su decisión. En un comunicado, la entidad presidida por Dolors Feliu mantiene que la de la Diada es "una movilización en positivo por la independencia" que busca ser reivindicativa, a la vez que pacífica y democrática. Con eso, aseguran que no se pone nadie en el punto de mira. "No se convoca contra nadie, pero no avalamos el autonomismo", dicen. "Tiene que ser una exigencia y una normalidad democrática que los ciudadanos y sus representantes se encuentren en la calle, y lamentamos que en esta ocasión no se pueda hacer con el president de la Generalitat".