La regulación de los alquileres de temporada vuelve a la arena política. ERC ha registrado en el Congreso de los Diputados una nueva ley para “cubrir la valía de escape y las fisuras” de la ley de vivienda y confía que, ahora sí, pueda estudiarse y llegue a buen puerto dentro de unas semanas. La decisión llega un mes después de que Junts per Catalunya tumbara una iniciativa firmada para Sumar y promovida por el Sindicato de Inquilinas que iba en la misma línea. Sin embargo, los republicanos han introducido algunos cambios para perfeccionar el redactado y responder a las quejas que expresó Junts en ese momento con la voluntad de que ahora los juntaires avalen su tramitación. En palabras de Pilar Vallugera, ERC “abre el margen de juego para que Junts se pueda poner al lado de las clases populares”. Los republicanos han negociado la proposición de ley con el Sindicato de Inquilinas, que a la vez ha tenido diálogo abierto con Junts, y también ha habido conversaciones entre las fuerzas independentistas. “No ha habido un pacto formal, es una oferta que se los hacemos”, ha señalado la diputada de ERC. Con esta iniciativa, que también lleva la firma de Sumar, Bildu, Podemos y el BNG, los republicanos muestran el convencimiento de que están en disposición de “garantizar que finamente pueda tirar adelante”, al menos la primera votación. Previsiblemente, el debate inicial será a finales de noviembre.

 

¿Cuáles son los retoques? Por una parte, se modifica el margen temporal, que en la iniciativa de Sumar era de seis meses, cosa que “no daba salida a los alquileres de temporada vinculados al mundo académico”, dado que los cursos académicos son de nueve meses. Y este plazo es lo que se fija ahora. “Lo razonable es que te ciñas al periodo académico tanto para alumnado como para profesorado”, ha sostenido Pilar Vallugera. Por otra parte, la proposición de ley de septiembre contenía la previsión de que en casos de subarrendamiento no había que decirlo a los propietarios. “Esto se modifica, el propietario tiene que ser saber con quién está contratando”, ha señalado Vallugera. De esta forma, se da salida a las cuestiones que Junts había planteado como argumentos para votar en contra, extremos que ERC también había detectado. Desde las filas republicanas, ponen en relieve que han hecho el “esfuerzo” de incorporar estos cambios para invitar a Junts a sumarse a la mayoría que avaló la ley en septiembre, “no alinearse con PP y Vox” y “demostrar que están a un centro socialdemócrata”.

Junts denunció que la reforma pretendía “tapar las rendijas que dejó una ley de vivienda que no ha funcionado”

En el último debate en el pleno del Congreso, Marta Madrenas fue la encargada de defender el posicionamiento de Junts y apuntó hacia dos de los cambios que promueve ahora ERC. “¿Seis meses para los estudiantes? No han llegado ni a los exámenes. Cuando les toque hacer los exámenes, se tendrán que marchar. ¿Por qué seis meses? No tiene ninguna explicación”, señaló. Y añadió: “¿Ustedes ven normal que el inquilino pueda ceder y subarrendar el piso que ha alquilado a otra persona sin el permiso del propietario? ¿Es decir, que el inquilino podrá acordar un alquiler de un inmueble que no es suyo, y que ya no necesita para vivir allí, a quien él le dé la gana y el propietario tiene que mirar y callar? ¿No ven que eso es un abuso?”.

Por su parte, la jefa de filas de Junts en Madrid, Míriam Nogueras, lamentó que la iniciativa impulsada para Sumar pretendía “tapar las rendijas que dejó una ley de vivienda que no ha funcionado e imponer un modelo que se está demostrando que no funciona”. Nogueras argumentó que, en la gestación de la proposición de ley, los impulsores “no quisieron negociar ni cambiar ni una sola coma” y esgrimió que la propuesta “no tiene consenso, no soluciona el problema de fondo, no protege ni a los pequeños propietarios ni a la persona que alquila, no da seguridad jurídica, choca contra el reglamento europeo y sigue invadiendo las competencias de Catalunya”.