ERC de Sant Vicenç dels Horts ha pedido llegar "hasta el final" en el caso del muñeco de Oriol Junqueras, después de las informaciones de este miércoles que aseguran que el ataque se ideó dentro del partido. En un comunicado, la sección local de los republicanos en el municipio del Baix Llobregat ha reclamado que el escándalo "no se cierre en falso". "Reclamamos a la dirección nacional de ERC que llegue hasta el final en la depuración de responsabilidades y en el conocimiento de la verdad. Pedimos que esta cuestión no se cierre en falso y que la militancia y la opinión pública conozca el alcance", han asegurado los militantes, en un contexto marcado por los carteles contra los Maragall —un caso del cual todavía no se conocen todos los detalles.

En esta línea, ERC de Sant Vicenç dels Horts ha asegurado que no tiene nada que ver ni con el muñeco ni con la pintada que lo acompañaba: Junqueras púdrete en la cárcel. "Si fuera así (que el ataque se hubiera ideado dentro del partido), solo lo podríamos calificar de repugnante", han señalado, a la vez que han recordado que los hechos tuvieron lugar cuando el entonces presidente de la formación estaba en la cárcel (el año 2019). De hecho, el muñeco se colgó cerca de donde vive la familia de Junqueras, un "punto de paso cotidiano" para ellos para ir, por ejemplo, a la escuela.

"Quizás así se puede entender el dolor que sentimos en aquel momento", han añadido, además de remarcar que fue un "golpe muy duro". "Es algo que nos podríamos esperar de los adversarios y de personas cegadas por el odio hacia lo que somos y representemos, pero nunca hubiéramos imaginado que eso podría venir de personas de nuestro propio partido en un intento de movilizar al electorado", ha agregado el texto. Y concluye: "Afirmamos rotundamente que no tenemos conocimiento de la autoría de estos hechos y que no se impulsaron ni desde el equipo de campaña, ni desde la sección local de ERC, ni desde la candidatura municipal".

Quien también se ha manifestado sobre el muñeco ha sido Tolo Moya, el exjefe de comunicación de ERC y "cabeza de turco" en el caso de los carteles. En un mensaje en Twitter, Moya ha recordado que este nuevo ataque de falsa bandera tuvo lugar en 2019 y que su relación con ERC empezó en 2021, de manera que estas prácticas de política sucia ya existían antes de que él tuviera ninguna responsabilidad.

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