Esquerra Republicana de Catalunya ha asistido a tradicional ofrenda en el monumento de Rafael Casanova por la Diada con una delegación encabezada por el expresident de la Generalitat, Pere Aragonès, la secretaria general adjunta y portavoz, Marta Vilalta, la líder del partido en el Ayuntamiento de Barcelona, Elisenda Alamany y los diputados del Parlament, Ester Capella y Juli Fernández. Después de realizar la ofrenda floral que han hecho entonando Los Segadors y acompañados de los representantes de la Juvent Republicà, ha sido el secretario general adjunto de Estratègia, Comunicació i Coordinació Institucional de Esquerra, Juli Fernàndez, el encargado de comparecer ante los medios de comunicación para transmitir su mensaje, que ha sido el de reivindicar su papel histórico como defensores de la lucha por las libertades de Catalunya y afianzar su "compromiso y convicción" para conseguir la soberanía fiscal defendiendo implícitamente el pacto por la financiación singular conseguido con el PSC.

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Pasado y presente

Con 93 años de existencia, Esquerra ha tenido un papel clave en la historia de lucha por las libertades de Catalunya que el partido ha querido reivindicar. Juli Fernández ha asegurado que ERC se siente "heredera" de los que "durante tres siglos han defendido la libertad del país" y lucharon por la esperanza y el bienestar de su gente, al tiempo que ha reivindicado también el 1 de octubre. Este pasado en el que ERC tuvo un papel clave en la Segunda República, con Francesc Macià y Lluís Companys como presidentes de la Generalitat, la represión que sufrió después de la muerte de Franco y la relevancia que ha tenido en la política catalana y española desde los años 80, especialmente en las últimas dos décadas, contrasta con el difícil momento histórico que vive la formación republicana. Inmersa en una profunda división interna con enfrentamientos directos entre los máximos dirigentes del partido, una bajada en los últimos encuentros electorales, una crisis reputacional a causa de los ataques de falsa bandera y, sobre todo, su papel decisivo en la investidura del nuevo president Salvador Illa, también ha llegado a la calle. Si la pasada noche vivió momentos de tensión en la tradicional ofrenda floral en el fossar de las Moreras, donde unas 200 personas recibieron con gritos y silbidos a los representantes de ERC, este malestar se ha vuelto a dejar oír esta mañana cuando la delegación de los republicanos ha vuelto a escuchar algunos silbidos y gritos de "traidores" y "botiflers" de algunas personas que asistían a la ofrenda en el monumento de Rafael Casanova.

Compromiso con la soberanía fiscal

Juli Fernández ha reivindicado la apuesta de los republicanos para investir al socialista Salvador Illa a cambio de contrapartidas como la "financiación singular" y ha defendido la postura del partido. "Reafirmamos nuestro compromiso y convicción que el camino es tener más espacios de poder político", ha manifestado Juli Fernández, quién ha apuntado que ERC, "siempre que tenga la oportunidad", actuará a partir de esta premisa y utilizará su fuerza para conseguir la soberanía fiscal y para que la lengua sea más utilizada socialmente. "Estamos convencidos de que así tendremos mejores condiciones materiales para alcanzar la independencia", ha añadido. El dirigente de ERC ha hecho un llamamiento al conjunto del independentismo a "movilizarse y llenar las calles" y ha subrayado "los valores que hacen grande a Catalunya: "La suma, la tolerancia y el respeto".