ERC prevé la continuidad de Junts en el Govern. Varias fuentes de la dirección consultadas por la ACN señalan que, ahora mismo, lo más seguro es que la coalición se mantenga. Los republicanos han abordado los últimos días el estado de las relaciones con Junts y, de momento, en Calabria dan por hecho que los entornos del secretario general, Jordi Turull, y del conseller Jaume Giró se impondrán a los partidarios de romper la alianza. Esquerra también argumenta, en pro de la continuidad del pacto, que Junts tiene más números de romperse precisamente si se marcha de Palau. Así, ERC cree que, en caso de ruptura, los partidarios de Junts de mantenerse en el Govern no cerrarían filas con el sector del partido que haya precipitado la salida.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, subrayaba el sábado en declaraciones en la ACN que, cuando ha habido debate, Junts siempre ha optado por continuar en Palau. El exvicepresidente de la Generalitat argumentaba que "prácticamente todos sus dirigentes" le aseguran que no tienen "ninguna intención" de abandonar al ejecutivo. Giró y la consellera Victòria Alsina quieren dar continuidad a la alianza gubernamental, postura que también secundaría a la consellera de Derechos Sociales, Violant Cervera.
Con todo eso, en ERC hacen cábalas. En Junts no hubo ninguna decisión firme para marcharse del Govern cuando su presidenta, Laura Borràs, quedó suspendida de derechos y deberes como diputada y presidenta del Parlament, y ella culpó a Esquerra. Así, ven poco probable que Junts consume la salida de Palau este otoño. De hecho, desde Calabria asumen que Borràs y Carles Puigdemont hacen campaña interna para salir del ejecutivo, pero confían en que los entornos de Turull, Giró y Alsina impongan "juicio" al partido. Y más ahora, que el secretario general se siente más fuerte después de las elecciones territoriales y corrientes ideológicos de Junts.
Las "discrepancias" de Junts llevan a la continuidad
Los republicanos constatan que, aunque Borràs ha advertido que romper el ejecutivo es "perfectamente posible", el día a día de Junts aporta muchos indicios que llevan a la continuidad del pacto. Es el ejemplo del conseller Giró, que quiere negociar los presupuestos para el 2023 con PSC y comuns -a pesar que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y ERC cierran la puerta a los socialistas. El titular de Economía ha dicho en público y en privado que apuesta por continuar al ejecutivo, y que por eso ya hace meses que trabaja en las nuevas cuentas de la Generalitat.
A finales de agosto Junts daba "un mes" a ERC para cumplir el acuerdo de Govern en el eje nacional, coincidiendo con el debate de política general. Pero semanas después, Turull y Borràs rebajaban la importancia de la fecha límite: "En Junts no hacemos ultimátums", dijo la presidenta del partido. EN ERC creen que todas estas "contradicciones" se explican por las "tensiones" y "discrepancias" internas de Junts. Además, en Calabria recuerdan que los consellers de Junts no son diputados del Parlament, de manera que en caso de ruptura perderían cualquier espacio mediático y de poder.
"Seguirán a su aire"
Un miembro de la dirección de ERC resume así lo que cree que harán sus socios a partir de ahora: "Junts seguirá, pero a su aire". En la dirección republicana también ven posible que los de Borràs y Turull endurezcan su tono contra ERC, y que las conselleries de Junts "hagan la suya", sin coordinarse ni informar tanto como Aragonès y sus consellers querrían. Tampoco parece que esta estrategia preocupe en exceso a ERC. El presidente de la Generalitat ya hace tiempo que exige "más lealtad" a Junts.