Habrán pasado siete meses entre que se convocó el congreso de ERC y que se sepa quién es el nuevo presidente del partido, que tendrá el reto nada sencillo de recoser una formación partida por la mitad: Oriol Junqueras o Xavier Godàs. El partido tenía que empezar el Adviento con un nuevo presidente, pero el hecho de que ninguna de las candidaturas superara el 50% de los votos ha provocado que haya una segunda vuelta del congreso el 14 de diciembre. Una semana después de la votación y en el ecuador de esta segunda fase de la campaña interna, Junqueras sigue siendo el gran favorito para recuperar la presidencia del partido que ha dirigido durante 13 años, ya que cuenta con una importante ventaja respecto de su rival: más de 800 votos separan las dos candidaturas. Sin embargo, las dos candidaturas se apresuran para intentar sumar más votos en las urnas (electrónicas): uno para ensanchar la distancia con el segundo clasificado, el otro para recortarla e intentar supéralo. En esta ocasión, el candidato que saque más votos gana el congreso, sin haber, necesariamente, de superar el 50% de los votos.

En este sentido, juegan un peso importante los militantes que apostaron por Foc Nou, la candidatura eliminada y que ya ha advertido que no se integrará ni en el equipo de Junqueras ni en el de Godàs, pero si que quiere negociar con las dos para darlos un eventual apoyo de acuerdo con cinco ejes: su plan para la independencia, compromiso de poner el referéndum como condición indispensable para investir presidentes del Gobierno, volver a consultar a la militancia sobre el pacto con el PSC y el president Salvador Illa, una auditoría sobre la B y separar los cargos del partido de los institucionales.

Guiños y propuestas de acuerdo

Con la ventaja de Junqueras sobre Godàs, es sobre todo este último quien necesita sus apoyos si quiere plantar cara al de Sant Vicenç dels Horts (sino, le será del todo imposible), pero los dos han ido haciendo gestos, guiños a la candidatura de Helena Solà y Alfred Bosch para intentar seducir a sus adeptos. Ya durante la campaña, Godàs había abierto la puerta a un pacto para derrocar a Junqueras y la misma noche electoral destacó que habían sido más los militantes que habían apostado por un cambio (sumando sus votos, los de Solà y los de aquellos que votaron en blanco) para que hubiera un relevo al frente del partido. En los últimos días, después de que se hicieran públicas las demandas de Foc Nou para un posible apoyo, ha abierto la puerta a una auditoría para poder aclarar el escándalo de la estructura B, cambio significativo en su discurso, ya que siempre había asegurado que a quien tenía que hacer este trabajo es la comisión de garantías. Lo que ha seguido rechazando es la propuesta de Junqueras, que es una Comisión de la Verdad, que considera de parte. 

Yendo más allá, el jueves Godàs puso sobre la mesa una serie de propuestas dirigidas a Foc Nou para tratar de conseguir el sí de los avalistas. Estas incluyen la celebración durante el 2025 de una Conferencia Nacional del partido sobre la base del plan de Foc Nou para concretar la estrategia por el nuevo referéndum; un informe para valorar el cumplimiento del acuerdo de investidura con el PSC, que se sometería a la militancia antes del otoño de 2025; que Foc Nou proponga la nueva presidencia de la Comisión de Garantías y una auditoría de los carteles, entre otros.

Junqueras también ha hecho sus gestos hacia Foc Nou durante esta primera semana de la campaña para la segunda vuelta, en la que han vuelto a volar los cuchillos por unas declaraciones de Elisenda Alamany, que ya las ha matizado, tildando de "trámite" la segunda votación y dando por hecha su victoria. En su primera entrevista, Junqueras bendijo la propuesta de hacer una nueva consulta a la militancia sobre los pactos con Illa, y este viernes dejó claro que los socialistas no tendrían presupuestos ni en Catalunya ni en Madrid si no cumplían con todo lo acordado con Esquerra en los últimos años. Respecto a la propuesta de Godàs, dejó claro que, a su juicio, "no hace falta esperar un año" para valorar si los acuerdos se han cumplido. Por otra parte, consideró que dos tercios del partido —los votantes de Militància Decidim y Foc Nou— estaban en el mismo bando en cuanto a esclarecer el escándalo de los carteles, a través de dos mecanismos que son compatibles: la auditoría y la comisión de la verdad.

Por tierra, mar y aire: llamadas, videoconferencias y actos

Sea como sea, las dos candidaturas trabajan de lo lindo para intentar sumar apoyos que les permitan recuperar, en el caso de Junqueras, o llegar, en el de Godàs, a la presidencia de Esquerra. Si bien en los meses de octubre y noviembre las redes han ido llenas de fotografías de reuniones y actos multitudinarios para explicar el proyecto, que también servían a las candidaturas para sacar pecho de su capacidad de convocatoria entre los militantes, estas prácticamente han desaparecido durante los últimos días. ¿Qué estrategia siguen para tratar de sumar apoyos a sus propuestas de cara a la votación del 14 de diciembre?

Aparte de entrevistas en los medios de comunicación, tanto Junqueras como Godàs han ido detallando su proyecto para el partido. El primero, por ejemplo, ha explicado que será Joan Tardà quien presida la Comisión de la Verdad sobre la estructura B. El segundo ha incorporado al suyo programa garantizar que los acuerdos de gobernabilidad con otros partidos tendrán que contar con el aval del Consell Nacional y que la consulta a la militancia de Barcelona sobre una posible entrada en el gobierno municipal de Jaume Collboni se tendrá que hacer de manera telemática y no presencial. El objetivo es evitar situaciones como las que se dieron al congreso del pasado junio, que obligó la formación a posponer el congreso. Medio año después, la entrada de ERC en el gobierno municipal es una incógnita que no se resolverá hasta que haya una nueva dirección. Tampoco su apoyo a los presupuestos de la Generalitat, los del Estado y el futuro de sus grupos parlamentarios. Dependiendo de qué candidatura gane, podría haber relevos.

Desde la candidatura de Junqueras, explican que el equipo "está trabajando mucho la frontera del voto", es decir, convencer a aquellas personas de que no tienen un posicionamiento tan claro y que podrían optar por cualquiera de las dos opciones. Lo hacen a través de encuentros telemáticos, que permiten reunir a más gente de todo el país y también de llamadas telefónicas. El próximo 11 de diciembre, los de Junqueras harán un gran acto en Sant Vicenç dels Horts, ciudad del presidenciable, en la Vicentina, el mismo centro cultural donde empezaron sus encuentros con la militancia a finales de junio, después de terminar de presidente. Fue la primera de muchas porque durante todos estos meses no ha parado de recorrer Catalunya para encontrarse con militantes para hablar del partido, pero sobre todo de su proyecto para el país.

Por otra parte, aunque Xavier Godàs se situaba como el rival a batir y aseguraba que el 30 de noviembre Nova Esquerra Nacional salía "a ganar", la realidad es que forzar una segunda vuelta contra el gran favorito y que muchos veían presidente el 1 de diciembre ya fue un éxito para ellos.  Así, tras unos días de pausa, intensificarán la actividad en la recta final, con dos actos telemáticos simultáneos— uno con presencia de Godàs y el otro con la candidata a la secretaría general, Alba Camps— cada día hasta el jueves. En paralelo, continuarán con el formato de encuentros pequeños con militantes para ir poco a poco intentando convencer a grupos de cinco o seis personas. Para conseguirlo, aparte de Godàs, Camps, Teresa Jordà y Raquel Sans, han movilizado hasta un 100 de personas, entre las cuales Marta Rovira, para llegar a todas partes.