Si durante esta campaña parece que haya una palabra prohibida, al menos para ERC y Junts per Catalunya, esta es "unilateralidad". Ninguno de los dos grandes partidos independentistas hablan abiertamente como estrategia después de las elecciones del 21 de diciembre. A pesar de saber que una negociación con el estado español es a estas alturas prácticamente imposible, los independentistas, a excepción de la CUP, evitan poner el acento en la vía unilateral, después de como ha acabado la legislatura, con los encarcelamientos y la aplicación del artículo 155.
Este domingo, sin embargo, el líder de Demócratas y número 15 de las listas de ERC por Barcelona, Antoni Castellà, se ha salido del guion. En un acto en Badalona, donde ha reaparecido la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, Castellà ha asegurado que "si el día siguiente de las elecciones, y habiendo ganado las fuerzas leales a la república, el gobierno español no acepta la negociación, recuperamos la vía unilateral".
Lo ha hecho en un mensaje dirigido claramente a la CUP, que este sábado pidió a los republicanos abandonar la apuesta del diálogo y caminar para hacer efectiva a la república. De esta manera, el líder de Demòcrates ha desenterrado la vía unilateral, después de semanas desaparecida. Ahora bien, ¿apuesta ERC por esta vía después del 21-D?
"Hacer avanzar el país sin pedir permiso"
Por la tarde, la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, ha reaccionado a las palabras de Castellà a preguntas de los periodistas, y ha defendido que Esquerra "no se ha movido nunca de la mesa del diálogo y la negociación". En este sentido, Rovira ha querido lanzar la responsabilidad al Estado si finalmente no hay diálogo. "Es el estado quien tendrá que asumir que no quiere hablar y que no quiere negociar después de un mandato democrático que entendemos que no tendrá más alternativa que asumir," ha defendido.
Así, la número dos de Esquerra ha asegurado que "si el estado rechaza la vía tendrá que asumir la responsabilidad que nosotros hacemos avanzar el país sin pedir permiso". En este sentido, Rovira ha reclamado que "lo que no podemos tolerar es que nuestro país se nos esté deshaciendo en las manos" y ha defendido que ERC quiere "trabajar por la justicia social, por la igualdad de oportunidades y para que el país tenga prosperidad económica".
Objetivo: forzar la bilateralidad
Así pues, lo que proponen los republicanos de cara al 22-D, y así lo hacen constar en su programa, es una vía bilateral. El partido de Oriol Junqueras y Marta Rovira tiene como objetivo forzar una negociación con el estado español y las instituciones europeas. Los republicanos no quieren poner fácil una reacción contundente del estado español después del 21-D en caso de optar por la vía unilateral, tras ver la reacción al 1-O y a la declaración de independencia.
Además, confían en que después de un segundo mandato independentista salido de las urnas, si las fuerzas independentistas ganan las elecciones, a Madrid le sea más difícil cerrar la puerta a la negociación, especialmente de cara a la comunidad internacional.
De hecho, ya después del 1 de octubre bastantes voces del ámbito internacional hicieron un llamamiento al diálogo y a la negociación. Aunque la Comisión Europea rechazó hacer de mediador al considerar el proceso soberanista "un asunto interno", del Parlamento Europeo salió una clara condena a la violencia policial y un firme llamamiento al diálogo y a la negociación.
Con las elecciones a la vista, la comunidad internacional está ahora a la expectativa de lo que pueda pasar. Los resultados del 21-D serán claves para saber hacia dónde se mueve la presión internacional. Ahora bien, con una nueva victoria del independentismo, los republicanos confían en que el Estado sea forzado a una mesa de negociación con Catalunya.
Sin embargo, también tienen claro que no esperarán para siempre. Si el mandato está claro y Madrid rechaza una vez más negociar con Catalunya, los republicanos apuestan por "hacer avanzar el país", y eso dejaría pocas más opciones que la vía unilateral.