Esquerra Republicana ha sido víctima de un ciberataque que ha comprometido datos personales a través del acceso a bases de datos del partido. El partido ya lo ha denunciado ante los Mossos d'Esquadra y ha empezado a comunicarlo a todas las personas que se pueden ver afectadas por este ciberataque, poniéndose a su servicio, según explican en un comunicado, en el que añaden que ya se dispone de información sobre la acción criminal y se han aplicado medidas correctoras. El partido también informa de que desde el 11 de mayo, el día antes de las elecciones al Parlament de Catalunya, el número de ataques recibidos supera los dos millones, pero este, que ha tenido lugar durante el fin de semana, ha sido el más comprometido de todos: "Nos comprometemos a defender los derechos de la militancia hasta las últimas consecuencias", sentencian.

Ciberataques a partidos e instituciones, cada vez más habituales 

En los últimos meses, los ciberataques contra los partidos políticos y las instituciones han sido una constante, pero ERC nunca había denunciado ninguno de estas dimensiones. El pasado mes de noviembre, con las negociaciones por la amnistía y la investidura de Pedro Sánchez todavía en marcha, un grupo de hackers venezolanos llamados FailSistem se atribuyó la autoría de un ciberataque a la página web del PSOE y de la Moncloa que logró tumbar los portales. Días más tarde, estos aseguraron haber accedido a una base de datos con información delicada sobre el partido, como números de teléfono y DNI de militantes socialistas. También fue sonado el que afectó a la sanidad madrileña, que supuso la revelación de datos de miles de pacientes, entre los que se encontraban, incluso, Felipe VI o de Pedro Sánchez. 

El mayor ciberataque en los últimos años en Catalunya afectó al Hospital Clínic, en marzo del 2023. Entonces, un ataque tipo "ransmoware" encriptó los sistemas y los responsables pidieron un rescate para recuperar los datos de los pacientes. Concretamente, los autores, que eran de fuera del Estado, reclamaron hasta 4,5 millones de euros, que el Govern se negó a pagar mientras dedicaba sus esfuerzos a recuperar la información perdida.

 Este ataque generó una cancelación de los servicios de urgencias, laboratorios y farmacia del centro en los primeros días, que finalmente se fue recuperando lentamente en las semanas posteriores.