Sant Cugat evita declarar a Pablo Llarena persona non grata, juez del Tribunal Supremo. Tampoco lo hace con Esperanza García, instructora del Tribunal de Cuentas. Una moción presentada por Junts per Sant Cugat sobre la represión del Estado en Catalunya recogía esta propuesta de acuerdos, pero los votos de Esquerra Republicana (partido que ostenta la alcaldía santcugatense) han sido determinantes a fin de que eso no prosperara. De hecho, los republicanos han optado por votar en contra, junto con el PSC, Cs y la concejala no adscrita Munia Fernández-Jordán (13 votos), que anteriormente formaba parte del grupo municipal de los naranjas. Solo han dado el 'sí' Junts y la CUP (12 votos), que forma gobierno en Sant Cugat con Esquerra y los socialistas.
La concejala de Salut, Gemma Aristoy (ERC), ha pedido que la moción "no buscara el grado de independentismo de cada grupo político" y criticaba que "nos encontremos de nuevo con una moción de ámbito nacional que pretende probar el grado de independentismo de nuestro grupo y de nuestra alcaldesa". Al mismo tiempo, Aristoy defendía que "de lecciones de lucha independentista y antirepresiva, las justas".
Desde Junts, sostenían que "el Ayuntamiento no se puede inhibir de lo que está pasando" e invitaban a "demostrar consensos y unidad en estos temas", dado que "la democracia no rige en plenitud en Catalunya, ya que ha visto negada o limitada su capacidad de autorregularse".
Crítica a los "simbolismos y gestos"
Las filas republicanas en Sant Cugat también expresaron al plenario que "no defendemos ni votaremos a favor de declarar ninguna persona non grata", dado que, según su opinión, "el bloqueo de esta manera no aportará ningún beneficio al independentismo". En esta línea, cargaron contra las políticas de "simbolismos, gestos y jugadas maestras".
Por parte de la CUP, su portavoz, Núria Gibert, defendía "no patrimonializar el 1 de octubre, porque es un movimiento que no es de nadie, sino plural y masivo". En este sentido, Gibert emplazaba a la unidad y afirmaba que "no hacemos del legado del 1-O una carrera electoral del independentismo". Sin embargo, indicaba que están cansados de ser "rehenes de la polarización".
Aunque los acuerdos sobre la propuesta de declarar personas non gratas a Llarena y García no salieron adelante, las partes de la moción que sí que prosperaron con los votos favorables de ERC y la CUP son las que instan al consistorio a "promover la calidad institucional, la defensa de la democracia y del derecho a la autodeterminación de Catalunya". También recibió luz verde la parte que reivindica la vigencia del mandato del 1 de octubre, con el sí de Junts y las abstenciones de ERC y la CUP: "Evidentemente, no aceptamos que se pueda reprimir la democracia mediante el uso de la violencia". El texto también recogía que se dé apoyo a "todas las personas represaliadas y particularmente a las que son vecinos y vecinas de nuestro municipio".