Cuando un par o tres de personas de la zona de Tarragona-Reus se juntan para hacer alguna cosa, siempre les acaban llamando “clan de l'avellana”. Pasó con Buenafuente-Francino-Martí-Fermí-Grau y pasó con la tripleta que nuestro protagonista formó con Josep-Lluís Carod-Rovira y Josep Bargalló.
Si quiere felicitar a Ernest Benach por su 57 cumpleaños, tendrá que esperar al 12 de noviembre. Y si quiere felicitarlo por los 13 años de su elección como president del Parlament tendrá que esperar hasta el 5 de diciembre. En cambio, si lo quiere hacer por los 10 años de su reelección, el día es el 17 de noviembre.
Benach, con 44 años, se convirtió en el presidente más joven de la Cámara, recogiendo al testigo de manos de Joan Rigol y pasándolo a Núria de Gispert. Mientras ocupó el cargo puso en marcha el Parlament 2.0, una de las cosas de la cual está más orgulloso.
Aquella época lo hizo muy prudente en los gestos y las actitudes. ¿El peso de la institución? Sí, pero sobre todo la estopa que recibió. Habla de ello en la entrevista.
Él, que querría haber sido médico, ha dedicado su vida profesional a la política y a abrir empresas. La personal la ha repartido entre los castells, siendo presidente y cap de colla dels Xiquets de Reus, el asociacionismo y, sobre todo, su militancia culé.
Licenciado en periodismo, cada domingo escribe en El Mundo Deportivo. En su último artículo tiene un recuerdo para mossèn Ballarín y cita aquella famosa frase suya: “El cielo es un lugar donde el Barça marca un gol al Madrid cada minuto”.