Ernest Maragall se ha dado de baja de ERC por el asunto de los carteles infamantes sobre el Alzhéimer. "No puedo permanecer callado ni aceptar que se confunda el silencio con una conformidad o complicidad", ha anunciado en una rueda de prensa este lunes en la sede del partido. La forma como una parte de ERC ha gestionado este escándalo le ha llevado a dar este paso "necesario y oportuno" y dejar la militancia después de seis años. Ha criticado que todavía no se hayan aclarado algunos aspectos sobre el caso, ni que se hayan tomado suficientes decisiones "individuales u orgánicas".
"Desde hoy dejo de pertenecer a la organización", ha subrayado, a la vez que ha matizado que se ha esperado hasta que se tomaran las decisiones individuales y organizativas que tocaran. Maragall ha insistido en el hecho que "siguen abiertos aspectos significativos pendientes de aclaración" y ha explicado que con su decisión busca tomar una "distancia crítica" del partido a raíz de la experiencia vivida en los últimos meses. El que fue el candidato de ERC a Barcelona ha reiterado su rechazo a la iniciativa de los carteles, que ha calificado como "una mezcla de ignorancia, inconsciencia y frivolidad política", pero además, ha denunciado que este asunto "se ha querido utilizar para otros objetivos en relación con el debate interno y como herramienta de descrédito del conjunto de la organización".
Ante el clima generado en el seno del partido y también entre los simpatizantes republicanos, Maragall ha decidido desvincularse de la formación. "Se me hace muy difícil continuar con una apariencia de normalidad cuando es evidente que las circunstancias y el clima exterior de incomprensión". Con todo, Maragall ha puntualizado que continúa comprometido con el proyecto de ERC y que como "ciudadano libre" intentará contribuir a "fortalecerlo y hacerlo exitoso". En este sentido, ha anunciado que mantendrá su firma en el manifiesto que reclama la renovación de los liderazgos.
Maragall mantiene la acusación contra Tolo Moya
Al destaparse que ERC estaba detrás de la acción de los carteles, Maragall señaló al que entonces era el director de comunicación del partido, Tolo Moya, como principal responsable. Este, que ha sido sancionado por el partido, y despedido como asesor a la Diputación de Barcelona tras la filtración de unos audios relativos al caso, ha defendido su inocencia y justo este lunes ha asegurado que lo han utilizado como a "cabeza de turco". Sin embargo, Maragall ha mantenido su acusación y ha señalado que es responsable, ya sea "por acción, por omisión o por descontrol". Por otra parte, Maragall también criticó a la dirección del partido. "Hubiera deseado más ejemplaridad", remachó.