El abogado Gonzalo Boye se ha despertado este viernes con un mensaje dirigido a todos aquellos que, según él, ejercen el poder de forma injusta. Este mensaje publicado en su cuenta de X (antiguo Twitter), llega al día siguiente de que el sindicato españolista Manos Limpias pidiera la detención del abogado del president en el exilio al considerarlo "cómplice, encubridor y cooperador" de Carles Puigdemont. Gonzalo Boye ha sido denunciado por presuntos delitos "de obstrucción a la justicia y de la omisión de los deberes de impedir delitos o promover su persecución como cómplice y encubridor sin perjuicio que en las diligencias que se practican hubiera podido ser cooperador", según dice exactamente el escrito de denuncia que el colectivo de funcionarios públicos ha enviado al juzgado y al cual tuvo acceso ElNacional.cat.
"No hay nada más desgastador para el poder injustamente ejercido que la no violencia activa, que consiste en recurrir no a métodos violentos, sino al uso de la fuerza de la razón. Los que la practican demuestran una de las formas más complejas y perfectas de desobediencia civil", ha indicado el abogado. Cuando Boye habla de no violencia activa no especifica a qué se refiere, pero bien podría ser a los ataques con gas pimienta y detenciones de los Mossos a los manifestantes que el pasado 8 de agosto, el día de la aparición y huida de Carles Puigdemont, intentaban acceder al Parc de la Ciutadella. Como consecuencia de estos ataques, el Consell de la República ha puesto en marcha una campaña de autoinculpación ante lo que considera las detenciones ilegales y arbitrarias relacionadas con la participación en el acto de recibimiento institucional del president Carles Puigdemont.
Puigdemont y la desobediencia civil
En una línea similar se expresaba el abogado este miércoles cuando explicaba el funcionamiento de los actos de desobediencia civil. Boye no decía explícitamente de los actos de quién hablaba, pero con mucha probabilidad hacía referencia a su representado, el president en el exilio. Puigdemont reapareció el jueves pasado por la mañana en el Arc de Triomf de Barcelona después de casi siete años en el exilio en Bélgica, y lo hizo reivindicando su retorno. Después de este acto, el dirigente independentista desapareció y, a pesar de la operación Jaula de los Mossos para detenerlo e impedir que saliera del país, Puigdemont consiguió escapar sin que nadie lo viera.
Justo al día siguiente de la desaparición, el exconseller de Interior, Joan Ignasi Elena, denunció que la actitud de Junts y del entorno del president en el exilio era un intento de "dinamitar" y "deslegitimar" el pleno de investidura de Salvador Illa. Podría referirse a eso cuando cargaba contra los que "intentan ridiculizar" estos actos de desobediencia civil.