El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, ha enviado este viernes una carta a los militantes para anunciarles el aplazamiento del congreso previsto para el próximo 1 de octubre, pero ha negado la extinción del partido que "algunas voces se han apresurado a pronosticar, probablemente más desde el deseo que no desde el conocimiento de la realidad".
Así lo decidió el consell nacional de Unió este jueves, que reclama que el partido sea ahora "proactivo en la construcción de una alternativa política hoy para hoy inexistente al actual gobierno catalán y al gobierno de izquierdas que viene". Espadaler informa de que la formación pidió voluntariamente el pasado 1 de septiembre el concurso de acreedores, que ya ha sido aceptado.
Ahora mismo, el comité de gobierno mantiene la competencia ejecutiva y la dirección política, pero las decisiones económicas están sometidas al criterio del administrador concursal. Pero Espadaler ha remarcado que "un partido es mucho más que un aparato administrativo o que un NIF". A su parecer, la idea de Unión del país y de la sociedad "sustentada sobre el catalanismo y el humanismo, lejos de estar en crisis, toma cada día más relieve en la incierta coyuntura política actual".
Ha hecho referencia a los "vaivenes de la incierta hoja de ruta del Govern, que esta violentando las instituciones de autogobierno", pero también a la "deliberada pasividad del Gobierno central". "Nuestra propuesta tiene más vigencia que nunca", ha insistido, motivo por el que el consell nacional manifestó de manera unánime, añade, la "voluntad y la necesidad de la continuidad de Unió".
Los consellers reclaman al partido que trabaje para construir una alternativa al actual Govern y por eso han decidido "hacer una pausa en el proceso congresual", dice Espadaler, "con el fin de orientar el esfuerzo colectivo a la articulación de este espacio".