50 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en una semana. Este es el límite que se ha marcado el Gobierno para intervenir y restringir la entrada de turistas en caso de que el país superara estas cifras.
Así lo ha asegurado este martes el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión presencial con su homóloga española Arancha González Laya en un encuentro celebrado en Valencia.
Posteriormente, fuentes del Ministerio de Exteriores han querido aclarar que los límites definitivos todavía no están concretados del todo y que se están negociando junto con el Ministerio de Sanidad.
Los dos ministros han llamado este martes a la responsabilidad de los primeros turistas para disfrutar de unas vacaciones seguras y "no tener que dar marcha atrás" ni "tomar medidas tan dramáticas como en el pasado", respectivamente.
Tras un encuentro en Valencia para analizar temas comunes, la ministra española ha recordado que el riesgo cero no existe y que cabe la posibilidad de "dar marcha atrás" a la apertura del turismo. Ha garantizado que este cierre se haría "de forma mesurada para tratar los brotes de forma controlada y quirúrgica".
"Mientras no haya tratamiento ni vacuna, tenemos que convivir con el virus y minimizar el impacto para los turistas y los residentes", ha defendido en la rueda de prensa en la Delegación de Gobierno junto a su homólogo alemán.