El Gobierno ha hecho suyos ante los representantes del resto de Estados de la UE buena parte de los argumentos que durante años se han esgrimido en Catalunya para defender la oficialidad del catalán. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado antes de empezar la reunión del Consejo de Asuntos Generales, donde se discutirá este tema, que tenía intención de argumentar que el catalán lo hablan más de 10 millones de personas, y es, por lo tanto, una lengua con más hablantes que muchos de los idiomas oficiales en Europa. "No estamos hablando de lenguas minoritarias. Son idiomas que hablan millones de personas", ha subrayado el ministro, además de destacar que el multilingüismo es uno de los objetivos y los valores de la UE. Sin embargo, antes de empezar la reunión, representantes de diferentes países se han hecho eco de los recelos que ha levantado la propuesta. La representante de Croacia ha mostrado el apoyo a la iniciativa, pero pide más información y actuar con prudencia, al igual que Eslovaquia, que reclama más tiempo, aunque no ha querido hablar de problemas.
El catalán en la Unión Europea y en el Congreso, DIRECTO | Reacciones y última hora de la oficialidad
El Gobierno defiende esta mañana ante el Consejo de Asuntos Generales la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE, después de que Junts lo impuso como condición para votar a favor de Francina Armengol como presidenta del Congreso. En caso de no prosperar la propuesta, las negociaciones entre el PSOE y Junts para la investidura se podrían complicar todavía más. Por esta razón, el ministro impulsará la propuesta a pesar de los recelos que ha levantado. Todas las propuestas que se someten a votación del Consejo de Asuntos Generales siempre se han aprobado, lo cual quiere decir que, en caso de que no haya acuerdo, se retiran. Por lo tanto, si finalmente no consiguiera convencer a sus colegas, Albares tendría que retirar este punto y seguir negociando el tema, dado que hay previstas dos reuniones más del Consejo antes de la investidura, o bien cambiar el contenido. No conseguir sacar adelante la propuesta sería un revés para el Estado español, dado que es costumbre que las propuestas que plantea el país que ostenta la presidencia de turno de la UE, como es el caso de España, se aprueben. El gobierno de Pedro Sánchez tiene, por lo tanto, mucho en juego esta mañana.
Especificidad constitucional
En declaraciones antes de empezar la reunión, Albares ha recordado la especificidad del régimen constitucional español en relación con las lenguas, que lo hace casi único en la UE, y ha destacado que estos idiomas se usan dentro del Parlamento español. El ministro hacía estas afirmaciones el mismo día que el Congreso tendrá que debatir la reforma del Reglamento para incluir la utilización en el pleno de las lenguas diferentes al castellano, que ya se podrán utilizar a partir de hoy. España subraya estos condicionantes para desvanecer los temores sobre la posibilidad de que la aprobación de la medida provoque una cascada de peticiones de otras lenguas minoritarias.
Finalmente, el ministro ha recordado que "no se trata de una propuesta nueva o inédita por parte de España", que hace casi 20 años que el Estado español lo está solicitando, y que fruto de estas gestiones son los acuerdos administrativos que desde el 2005 permiten utilizar estos tres idiomas, con un coste que asume España, la misma solución que propone ahora para superar las reticencias que algunos estados han planteado sobre el cargo económico de incluir estas tres lenguas como oficiales.
Además, ha recordado que España es uno de los dos países de la UE que ha hecho uso del artículo 55.2 de los Tratados que contempla la posibilidad de hacer traducciones certificadas del Tratado de Lisboa. Asimismo, ha destacado que hace un año dirigió una carta al Parlamento Europeo, que es la única institución que ahora no tiene ningún acuerdo con España sobre el uso de las lenguas cooficiales en el Estado.