La intervención del eurodiputado de ERC Jordi Solé en el pleno de la ONU, donde ha denunciado la existencia de presos políticos y la violencia "desproporcionada y horrible" del 1-O, ha indignado a la representación española en este organismo internacional.
Después de la intervención, el embajador adjunto de España ante la ONU en Ginebra, Victorio Redondo, ha replicado que el Consejo no es el foro adecuado para afirmaciones "sesgadas y de naturaleza puramente política", en nombre de obtener objetivos "políticos excluyentes e ilegales".
"Se hace un flaco favor a la causa de los derechos humanos si permitimos que estos se puedan manipular de forma interesada para argumentar planteamientos o posiciones ideológicas secesionistas ilegales", ha recalcado. También ha asegurado que España es un país democrático y que "el Poder Judicial es independiente".
El independentismo dribla España
Para evitar las presiones de España y que vetaran la intervención, el eurodiputado de ERC ha utilizado el tiempo de intervención de una de las ONG que ha organizado los actos sobre Catalunya en la ONU. Así, sin poner el nombre del orador en el orden del día, los representantes de España en esta organización no han podido saber quién era el orador ni de qué haría el parlamento hasta que ha empezado, según han asegurado a El Nacional fuentes de ERC.
Durante el parlamento de Solé había varios representantes del Estado español en la sala, que se han mostrado molestos por la intervención y, después de la intervención, uno de los representantes se ha levantado y ha salido de la sala a hablar por teléfono. Después España ha pedido el derecho de réplica.