Última oportunidad perdida. El Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, el escenario en el cual se debate la oficialidad del catalán, ha celebrado este martes una nueva reunión ordinaria. Pero no ha sido una cita como cualquier otra, porque este ha sido el último encuentro del órgano bajo autoridad belga. Después de seis meses en que Bélgica ha tenido la presidencia del Consejo de la UE, a partir del 1 de julio es el turno de Hungría, y será este país quien podrá priorizar las cuestiones que se pongan sobre la mesa europea durante los próximos seis meses, es decir, lo que queda de 2024. Por eso, desde Catalunya todas las miradas han sido centradas a mirar si el Gobierno anunciaba cualquier novedad para hacer oficial al catalán, el euskera y el gallego en la UE, o bien si llevaba este punto a votación.

Nada más lejos de la realidad: la reunión del Consejo de Asuntos Generales de hoy no ha servido para debatir esta cuestión. La agenda del orden del día ya lo hacía prever, porque solo había anotados cinco puntos por abordar: la guerra en Ucrania, seguridad y defensa en Europa, la competitividad económica de la UE, la política exterior y la situación en el Oriente Medio, y el próximo ciclo institucional. Ninguna mención, por el contrario, del catalán, que tampoco ha hecho acto de presencia de manera extraordinaria.

Se trata de la misma situación que se vivió hace exactamente una semana. El martes pasado, el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea celebró su penúltima reunión bajo presidencia belga, y en ella tampoco aparecía la oficialidad del catalán al orden del día. Se trataba, eso sí, de un encuentro extraordinario, centrado en temas de cohesión, según informó en ElNacional.cat fuentes del Consejo de la Unión Europea. La de hoy era la reunión donde se habría podido abordar formalmente la cuestión lingüística, pero no ha sido así. El Gobierno ha perdido así una nueva oportunidad. Desde mediados de marzo, cuando el ministro José Manuel Albares envió nuevos argumentos para convencer a los estados europeos, no ha habido nuevos avances visibles para hacer oficial el catalán. Ahora bien, el ejecutivo central ya ha iniciado los contactos con Hungría con el fin de abrir la puerta a abordar esta cuestión durante los próximos seis meses, después de que el país centroeuropeo hubiera rechazado por ahora ponerlo sobre la mesa.

Seis meses perdidos bajo presidencia belga

El relevo del testigo preocupa a los activistas por la lengua que quieren hacer efectiva la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego. Cuando la presidencia del Consejo de la Unión Europea pasó de España a Bélgica, hubo un cierto optimismo porque el embajador belga en España, Geert Cockx, aseguró desde Barcelona que su país tenía la voluntad de sacar adelante la promoción de la diversidad lingüística europea en este sentido. Ahora bien, en aquel momento también destacó que la UE tenía que aclarar "las consecuencias financieras y jurídicas" de dar este paso, y había subrayado la necesidad de tener "los informes pendientes".