El Gobierno español ha empezado a evacuar el personal de la embajada de Kabul, después de que los talibanes han conquistado dos terceras partes de Afganistán, y se han apoderado de ciudades como Kandahar, la segunda del país, y Herat, la tercera. El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado la repatriación del personal de la embajada, de los españoles que quedan al país, y de los afganos que han trabajado con el ejército español y que están en peligro. "España está preparada para cualquier eventualidad, incluida la evacuación de la embajada si fuera necesario y no dejará nadie atrás", ha indicado.
"Condenamos las crecientes violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, en particular en las zonas y ciudades controladas por los talibanes", ha dicho Albares, según un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores. El jefe de la diplomacia española se ha mostrado muy preocupado por las graves consecuencias sobre la población y ha asegurado que España "no reconocerá un gobierno impuesto por la fuerza".
España, según ha dicho el ministro, está coordinando junto con sus socios y aliados en el marco de la Unión Europea y la OTAN una respuesta que asegure la protección de sus intereses en Afganistán "y en beneficio del pueblo afgano".
El anuncio coincide también con la llegada a Kabul de los primeros marines que se encargarán de la evacuación del personal de la embajada norteamericana. Unos 3.000 marines se desplegarán en la capital afgana, que puede caer bajo control talibán en los próximos días, para garantizar seguridad.
Reino Unido, Noruega y Finlandia han anunciado que también empezarán a trasladar a su personal. El embajador británico se quedará con un equipo mínimo. En el Consejo Atlántico se ha acordado intercambiar información sobre estos planes de evacuación.
Se da el caso además de que la embajada española está justo ahora en pleno cambio de titular. El nuevo embajador, Ricardo Llosa Giménez, tiene previsto viajar a Kabul la próxima semana. Se encargará de supervisar la salida de todos los empleados.