Alejandro Estébanez, Jandro como lo conoce todo el mundo, vive en Boecillo, un pueblo de 4.000 habitantes de la provincia de Valladolid. Durante veintiocho años fue transportista y hoy es funcionario en el ayuntamiento de la capital de la provincia. Se implicó en política, a través de Ciudadanos, pero salió decepcionado. Ahora, sin embargo, ha decidido tener una segunda oportunidad. Es el número tres de la candidatura de España Vaciada por su circunscripción. También es el responsable de campaña. Ellos, con los pocos recursos que tienen, se lo guisan y se lo comen. ¿Por qué lo ha hecho? "Porque tenemos un problema muy grave, la despoblación, y aquí nadie hace nada", explica a ElNacional.cat a tres días de la cita con las urnas.
El adelanto electoral les cogió a pie cambiado. Animada por el éxito de Teruel Existe, España Vaciada se estaba preparando para las municipales y autonómicas del 2023. Pero, aun así, han sido capaces de presentar candidaturas en cinco de las nueve provincias de Castilla y León: en Valladolid, Burgos, Soria, Salamanca y Palencia. En algunas circunscripciones más que en otras, pero en las encuestas tienen el viento a favor. La última encuesta del CIS, hecha pública este lunes, da entre dos y tres escaños a Soria Ya, mientras Vía Burgalesa se quedaría a las puertas. Sin mayorías claras, junto con los de Por Ávila y la Unión del Pueblo Leonés, podrían ser claves para la gobernabilidad de la mayor región de Europa. La influencia que justamente quieren para poner su agenda encima de la mesa. El candidato que quiera ser investido con sus votos tendrá que tener presente la despoblación "en todas las políticas".
Sin mayorías claras, podrían ser claves para la gobernabilidad de la mayor región de Europa. La influencia que justamente quieren para poner su agenda encima de la mesa
El problema de la despoblación afecta a toda Castilla y León, en algunas provincias con más intensidad y en otras con menos. Valladolid es de las menos afectadas, pero aun así se hace notar: hay al menos 58 pueblos que ya tienen menos de 100 habitantes. Y también los municipios mayores sufren fugas. "No solo es que se marcha la gente, sino que supone un paso atrás de cara a los servicios. Quiere decir falta de centros médicos, de oficinas bancarias o incluso de bares y ultramarinos", denuncia Estébanez. Su propuesta estrella es algo esencial. Lo denominan Plan 100/30/30: un mínimo de 100 Mb de Internet en todo el territorio, un máximo de 30 minutos para acceder a servicios básicos (por ejemplo, un centro de salud) y un máximo de 30 kilómetros hasta la vía de alta capacidad más próxima.
¿Quién ha vaciado a la llamada España Vaciada? Alejandro Estébanez lo tiene claro: "Aquí el PP y el PSOE llevan cuarenta años gobernando y son los dos máximos responsables. Más allá de la UCD [durante la Transición], no ha gobernado nadie más". Y considera que, entre administraciones, las culpas están bastante repartidas. Entre Valladolid, Madrid y, también, otros territorios: "Incluso las comunidades ricas, que no han mirado hacia las más pobres. Hay que ser solidarios con toda España".
Desde España Vaciada están hartos de "palabras vacías" del PP y el PSOE
Están hartos de "palabras vacías", denuncia el candidato de España Vaciada. Pone el ejemplo de su pueblo, Boecillo, donde se tenía que construir una pasarela, que fue recogida en los presupuestos generales del Estado del 2018. "Estamos a 2022 y todavía no han puesto ni la primera piedra", lamenta Estébanez. Hablan mucho, pero ejecutan muy poco. Nos sentimos engañados y por eso hemos dado el paso", añade.
Lo mismo que ha pasado ahora con la agricultura y la ganadería, que aseguran que han puesto ellos encima de la mesa. "No habían pisado nunca una granja y ahora no salen de ellas. Casado va vestido como si fuera a una oficina. Y van allí y hablan de otras cosas, de Catalunya o de lo que sea". De hecho, un par de horas antes de la entrevista, Pablo Casado hizo unas declaraciones de campaña —sin preguntas de la prensa— en una bodega, donde habló del sector vinícola, pero también de ERC, de EH Bildu o de ETA. Hablan de todo "menos de Castilla y León", puntualiza Estébanez.
Tampoco han aportado soluciones otras formaciones nuevas, que prometían venir a regenerar la vida política de España. Es el caso de Ciudadanos, de donde curiosamente provienen 14 de los 18 candidatos de España Vaciada por Valladolid. Es el caso de Alejandro Estébanez, que en 2015 fue el número tres de la lista de Cs por la provincia en el Congreso. Pero también es el caso de la cabeza de cartel, Cristina Blanco, que fue escogida concejala por Cs en Medina del Campo. Rompió con la formación en 2020, como también su compañera Susana Herrera, también en las listas de España Vaciada. Hoy las dos siguen en el consistorio como no adscritas.
"El proyecto de Ciudadanos ha sido desilusionante. No han sido capaces de nada"
En el caso de Estébanez, acabó bastante decepcionado de la formación de Inés Arrimadas. Dejó Ciudadanos, sin ni siquiera ser escogido, porque "había problemas internos en Valladolid". El partido de Arrimadas, critica, "no defendía a su gente, a sus militantes". Y remacha: "El proyecto ha sido desilusionante. No han sido capaces de nada. Hablaban mucho de transparencia, pero, a la hora de la verdad, no la había. Solo buscaban los sillones para sus dirigentes y tuvimos que marcharnos". A diferencia de España Vaciada, no les augura mucho más futuro, porque no tienen "bases".
También se desmarcan de otros movimientos, como el leonesista, representado sobre todo por la Unión del Pueblo Leonés, que defiende el divorcio con Castilla de las provincias de León, Zamora y Salamanca. "Nosotros estamos por la unión. Son nueve provincias y estamos convencidos de que la unión hace la fuerza", responde Estébanez.
El candidato a la reelección, el popular Alfonso Fernández Mañueco, los ha despreciado durante su campaña electoral. "Los localismos son a Castilla y León lo mismo que el separatismo en España", decía en un acto en Soria, donde España Vaciada puede hacer más daño. Después de dos semanas gastando la suela de los zapatos, Estébanez pasa de ellos: "No somos nacionalistas. Simplemente, miramos por nuestro territorio y por todos los territorios que sufren esta despoblación. Y hemos venido para quedarnos".