El Partido Popular y Vox han evitado el compromiso del Congreso de los Diputados y del Senado con la unidad de la lengua catalana. La Comisión Mixta sobre Insularidad ha aprobado este jueves una moción impulsada por Esquerra Republicana con varias demandas y reivindicaciones dirigidas al Gobierno en relación con el catalán. La piedra filosofal del texto era clara: los republicanos pedían que las Cortes Generales instaran a la Moncloa a “reconocer formalmente la unidad de la lengua catalana, incluyendo sus variedades dialectales habladas en Catalunya, las Illes Balears, el País Valencià, la Franja de Ponent, Andorra, el Alguer y la Catalunya Nord, y a defender esta unidad en todas sus actuaciones y políticas públicas”. La iniciativa, que no era vinculante, ha fracasado por 16 votos a favor y 20 en contra, ya que la composición de la Comisión Mixta, formada por diputados y senadores, pondera la aritmética del Congreso y del Senado y da mayoría a la derecha y la extrema derecha. Esta votación llega un mes después de la multitudinaria manifestación en Palma en defensa del catalán en las Illes Balears.

 

En concreto, la iniciativa de los republicanos hacía hincapié en la decisión de Felipe VI de otorgar el título “Real” a la Acadèmi de sa Llengo Baléà, un grupúsculo negacionista del catalán en las Balears. El texto reclama al Gobierno que rechace la concesión de este título y declare públicamente que “la lengua hablada en las Illes Balears es catalán y que cualquier intento de fragmentarla responde a intereses políticos que no tienen ninguna base lingüística o académica”. Además, instaba a la Casa Real a “revocar esta decisión, en tanto que promueve la división y el secesionismo lingüístico, y va en contra de la protección y promoción de la lengua catalana”.

“Apoyo al secesionismo lingüístico para debilitar la identidad de los hablantes de catalán en las Balears”

Durante el debate, el senador de ERC Jordi Gaseni ha criticado que la Monarquía actúe para “dividir y erosionar el patrimonio cultural común” y ha denunciado que esta decisión es un “claro apoyo al secesionismo lingüístico promovido por la extrema derecha”, que “intenta fragmentar y deslegitimar la unidad de la lengua catalana”, “amenaza la cohesión cultural y lingüística de los territorios de habla catalana e intenta desmoralizar y dividir a la sociedad balear”. “Los intentos de crear artificialmente una «lengua balear» diferenciada del catalán forman parte de una estrategia política que busca debilitar la identidad y los derechos culturales de los hablantes de catalán en las Illes Balears”, ha concluido, que ha sido interrumpido en dos ocasiones cuando intervenía en catalán.

Juanjo Ferrer, senador de la coalición entre el PSOE, Sumar y Ara Eivissa, ha cargado duramente contra la decisión de Felipe VI: “Me pareció una broma de mal gusto y una tomadura de pelo”. Y ha esgrimido que “el balear no lo habla nadie”, ni siquiera en Baleares, ya que en cada una de las islas se dice que “o bien hablas ibicenco, mallorquín, formenterense o menorquín”. “Es como si ahora se quisiera hacer una academia de lengua andaluza o murciana”, ha remachado. En la misma línea, Vicenç Vidal, diputado de Sumar, ha censurado que “la fragmentación de la lengua intenta negar una realidad y aplicar el principio de «divide y vencerás»”. “Misteriosamente, todo el mundo que dice defender el balear no habla catalán, sólo habla castellano”. En nombre del PSOE, Pedro Juan Pons ha recordado que el órgano competente en materia de lengua “no es un ovni”, sino la Universidad de las Islas Baleares y ha espetado que “estas cosas vaporosas son un instrumento de la derecha y la extrema derecha para dividir la sociedad”.

Por parte del PP, Miquel Àngel Jerez ha rechazado “la idea de que en Baleares haya una fractura social generalizada por cuestiones de lengua” y ha sostenido que “no existe una situación de perjuicio lingüístico”, a pesar de los múltiples ejemplos de discriminación contra catalanoparlantes en las Baleares. Desde Vox, Jorge Campos ha afirmado, en contra del juicio de expertos y académicos, que “la unidad de la lengua catalana es un invento de la clase política”.

Fomentar la educación sobre la unidad de la lengua catalana

El texto registrado por ERC también incluía otras exigencias al Gobierno. Reclamaba a la Moncloa que adoptara “todas las medidas necesarias para garantizar la protección y promoción de la lengua catalana en las Illes Balears y el resto de territorios de habla catalana”, que condenara “públicamente los intentos de secesionismo lingüístico promovidos por grupos de extrema derecha”, que reforzara “la lucha contra cualquier forma de discriminación lingüística o cultural en los territorios de habla catalana” y que fomentara “la educación y la concienciación pública sobre la unidad de la lengua catalana”.

4 de cada 10 webs oficiales de la Administración General del Estado en catalán promueven el secesionismo lingüístico

El voto a favor de esta iniciativa por parte del PSOE es contradictorio con la realidad de las páginas web del Gobierno. El 42% de las webs oficiales de la Administración General del Estado que tienen algún contenido en catalán practican el secesionismo lingüístico: ofrecen dos versiones diferenciadas entre catalán y valenciano, que son “dos denominaciones históricas para una misma lengua”. Así lo denunciaba Plataforma per la Llengua en un informe publicado en diciembre de 2023. La entidad criticaba un “planteamiento anticientífico” y lamentaba que “el nacionalismo español ha explotado” en las últimas décadas una “idea negacionista” con la “voluntad de enfrentar y dividir a los miembros de una comunidad lingüística con un peso importante, que, en caso de actuar unida para la igualdad de reconocimiento, podría suponer una amenaza seria para el supremacismo lingüístico castellano imperante”.