Puigdemont, a prisión. Este ha sido el clamor mayoritario del medio millar de españolistas que este sábado, bajo una fina pero molesta lluvia, han tomado el centro de Barcelona en la víspera del referéndum independentista. Convocados por entidades ultras como Democracia Nacional, Convivencia Cívica Catalana, Somatemps o la misma Falange, entre otros, han empezado su recorrido en la plaza de Urquinaona y lo han acabado en la plaza de Sant Jaume.
En el "Puigdemont, a prisión", lo han acompañado mucho otros cánticos, como "este referéndum es uno atraco", "no está lloviendo: Puigdemont está llorando" o "no votaremos". También se ha podido escuchar "no tinc por". Durante el transcurso de la marcha, los españolistas han hecho una parada de rigor ante la jefatura de la Policía Nacional española en la Via Laietana. Allí han aplaudido a los agentes que la custodiaban y les han dicho "no estáis solos" y "esta es mí policía".
La marcha ha acabado en la plaza de Sant Jaume, ante el Palau de la Generalitat, donde los ultras han repetido los mismos cánticos que han gritado durante toda la manifestación. Allí la Policía Nacional ha vuelto a hacer acto de presencia, pero por voluntad propia: un helicóptero del cuerpo policial español se ha dedicado a sobrevolar el centro neurálgico del poder catalán entre los aplausos de los manifestantes. En un espacio de media hora, lo ha hecho al menos una decena a veces, algunas de estas a muy baja velocidad.
Como hicieron muchos menos ultras con la periodista Mònica Terribas esta semana en Catalunya Ràdio, los españolistas han increpado al equipo de TV3. También se han podido oír proclamas contra el fotoperiodista Jordi Borràs, amenazado por la extrema derecha.
Una vez en Sant Jaume, algunos manifestantes se han dedicado a escalar hasta los balcones más bajos para descolgar los carteles de Crida per la Democràcia (también el de "més democràcia" que lucía el Ayuntamiento de Barcelona). Una vez en el suelo, han pisoteado estas pancartas, donde ponía "democracia". Y han coreado el mismo "a por ellos" que entonaban quienes se despedían de la Guardia Civil en Huelva.