Españolistas exaltados han intentado irrumpir este mediodía en el Ayuntamiento de Barcelona, y la Guardia Urbana ha optado por retirar el lazo amarillo que lucía en la fachada, ante la agresividad que ha mostrado la manifestación unionista. Algunos españolistas han llegado a derribar a un guardia urbano, a empujones.
Los hechos han sucedido durante la manifestación que ha organizado la plataforma unionista Tabàrnia este domingo por la mañana. El lazo había quedado escondido detrás del balcón por culpa del viento y los trabajadores municipales lo han vuelto a colocar a mientras se desarrollaba el acto. Al ver que se volvía a poner en su sitio, los unionistas han empezado a silbar y han intentado acceder al edificio municipal, lo que ha provocado momentos de gran tensión. Durante el forcejeo, algunos españolistas han tirado al suelo a un agente de la Guardia Urbana que custodiaba el Ayuntamiento.
Ante la tensión, desde el consistorio, finalmente, han retirado la pancarta con el lazo amarillo, pero la han vuelto a colgar después de la manifestación. El teniente de alcalde Gerardo Pisarello ha confirmado que un agente de la Guàrdia Urbana ha sido agredido, i que se abrirà una investigación.
La concentración se ha convocado contra la "discriminación de una parte de los catalanes" y para pedir al president de la Generalitat, Quim Torra, que "no gobierne para el 47% de los catalanes". Durante la marcha muchos de los manifestantes han gritado insultos contra Torra, como "Torra racista, el primero de la lista." En la manifestación ha participado aproximadamente un millar de personas que han ido desde la plaza de Urquinaona hasta el Palau de la Generalitat, en la plaza de Sant Jaume, y finalmente han bajado hasta la playa de la Barceloneta. Durante la marcha se han escuchado varios gritos contra del independentismo, como "todos a la prisión" o "separatista, terrorista".
La concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona Eulàlia Reguant se ha quejado, en un tuit, de que la Guardia Urbana de la ciudad había retirado el lazo amarillo de la fachada del consistorio, cosa que ha sido muy criticada.