Esperanza Casteleiro (Madrid, 1956), la nueva jefa del CNI, "hace 40 años que trabaja para España". Así la definió la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuándo la presentó como la nueva jefa de los espías españoles, activando un cortafuego por evitar malos mayores y para intentar lavar la cara de la agencia de servicios secretos españoles después del escándalo del CatalanGate y de los errores de seguridad que permitieron, según la Moncloa, espiar los móviles del presidente del Gobierno y de algunos ministros más. La definición de la ministra Robles no es casual ni solamente quiere decir que hace años que es funcionaria. "Hace 40 años que trabaja para España".

Trabajando "para España" desde 1983

La nueva jefa del Centro Nacional de Inteligència (CNI) español hace años que trabaja para España. Esperanza Casteleiro ingresó en 'La Casa', entonces bautizado coo CESID, el año 1983. El mismo año que también ingresar a su antecesora en el cargo, la exdirectora Paz Esteban, relevada esta semana por el Gobierno.

Desde aquel año, igual que la ministra Robles, que ingresaron en la carrera judicial el año 1981 -con el primer destino como juez en Balaguer-, Casteleiro "ha trabajado para España". También "para la seguridad y para su país", según la ministra Robles, que lo había nombrado secretaría de Defensa, número dos de uno de los ministerios de Estado.

Después de ser la directora general del CNI entre 2004 y 2008, ahora vuelve a la agencia como directora con el encargo de, de cara a la galería, poner orden. La grieta de seguridad generada presuntamente por el espionaje en los móviles del presidente español Sánchez y a varios ministros, entre otros también la titular de Defensa y responsable del CNI, ha servido para hacer este cambio.

El desastre de Cuba, CITCO y Defensa

Esperanza Casteleiro es CNI. Tiene 66 años y se ha dedicado toda la vida a los servicios secretos españoles. Además de ser la directora general, también han desarrollado tareas de contraterrorismo y ha sido destinada a Portugal y a Cuba. Precisamente, al país caribeño fue enviada después de ser destituida el año 2008.

A Cuba tuvo que marcharse con la cola entre piernas. Una operación del CNI en aquel país acabó a la manera española. Se tuvo que desmontar la antena de espías después de estar descubierto que habían colaborado con un empresario para conseguir información sobre los movimientos del régimen comunista de la mano de dos ministros de Castro, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, mediante un empresario español, que fue encarcelado por las autoridades cubanas.

Esperanza Casteleiro y la antigua directora del CNI, Paz Esteban / EFE

La actual jefe del CNI, el año 2019, se marchó de Cuba minutos antes de ser expulsada del país. Después del fracaso en La Habana, el año 2014 fue colocada como jefe del CNI en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).

La carrera, de la mano del PSOE

Esperanza Casteleiro es oficial de Defensa y su vinculación con el ejército le viene de su padre, el coronel franquista Antonio Casteleiro Naveira, miembro del Ejército del Aire, originario de Galicia y condecorado por el mismo dictador Francisco Franco.

Con formación reglada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense, con 27 años, de la mano del teniente general Emilio Alonso Manglano entró al CNI, donde ha desarrollado tareas de campo y se ha especializado en contraterrorismo y en la zona del Magreb, según detallan fuentes oficiales.

Sus ascensos siempre han sido vinculados a fases del bipartidismo donde el PSOE tenía el poder. Con Robles de ministra, Casteleiro se convirtió en jefe de gabinete y también pasó a ser la segunda de Defensa; el año 2019, cuando fue destituido el director Félix Sanz Roldán, su nombre ya sonó como nueva directora del CNI. Ahora ya lo ha conseguido.

Esperanza Casteleiro, a la derecha, con la ministra Robles y la exdirectora Esteban / EFE

Un barco privado en una base militar

"Trabajar para España" quiere decir muchas cosas. Y ninguna parece buena. Siendo la número dos del ministerio de Robles tuvo que dar explicaciones por la utilización privada de una base militar en Ferrol, en Galicia. Se descubrió que su familia utilizaba la estación naval de La Graña para estar amarrado el barco, de entre 8 y 10 metros de eslora.

Se da la circunstancia de que esta base está casi al lado del pueblo familiar, Mugardos, donde nació el coronel Antonio Casteleiro, el padre de la nueva jefa del CNI. Esperanza Casteleiro se desvinculó del escándalo y aseguró que el barco era del marido de su hermana, también militar, y lo trasladaron.