Sonaba en muchas quinielas y finalmente ha sido así. Esperanza Casteleiro Llamazares es la nueva directora del Centro Nacional de Inteligencia español, el CNI. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sido la encargada de dar el nombre y confirmar el relevo de la ya exdirectora del CNI, Paz Esteban, motivado por el escándalo del CatalanGate y los espionajes a miembros de La Moncloa, empezando por el mismo presidente Pedro Sánchez.
Inseparable de Robles
Robles ha querido confiar en una persona de su máxima confianza con quien lleva años trabajando estrechamente. Así pues, Casteleiro ostentaba el cargo de directora de gabinete de la ministra hasta que fue nombrada secretaria de Estado en junio del 2020. La salida de su antecedente en el cargo, Ángel Olivares, motivó el reconocimiento de Casteleiro que se convirtió en la mano derecha e inseparable de la ministra. Si tiramos de currículum, Casteleiro lleva una vida entera ligada al CNI.
Licenciada en Filosofía
Igual que Esteban, ingresó en este centro en la década de los ochenta, concretamente en el año 1983. Y hasta entonces ocupó varias unidades relacionadas con los servicios exteriores, también fue destinada a Cuba y Portugal. El año 2004, el CNI la ascendió a secretaria nacional hasta el 2008. Y, posteriormente, volvió a viajar por todo el mundo hasta el 2014. Finalmente, Robles la coge para liderar el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), antes de empezar a tomar cargos donde compartían el día a día de toda la actualidad política y de Estado.
Hija de un militar
A pesar de haber estudiado Filosofía y no especializarse a nivel formativo en ninguno de los trabajos que ha llevado a cabo, el vínculo de Casteleiro con la seguridad del Estado viene motivado por su familia. Casada y madre de tres hijos, nació en Madrid en 1956 pero la influencia de su padre gallego la ha marcado en toda su trayectoria.
Antonio Casteleiro Naveiras, natural de Mugardos, en la ría de Ferrol, fue coronel del Ejército del Aire. Pero no es el único vínculo con el ejército. Su cuñado también lo es y de aquí arrastra una polémica donde se cuestiona el tráfico de influencias totalmente cuestionables.
Escándalo por un barco familiar
Si tiramos de hemeroteca, el diario El Español publicó en febrero del año pasado que "el barco de la familia de Esperanza Casteleiro estaba atracado desde hacía al menos siete meses en una de las partes de la estación naval de La Graña, un centro de enseñanza militar de la Armada española muy próximo a Ferrol". Hay que recordar que a pesar de vivir en Madrid, la nueva directora del CNI tiene familia en Galicia y visita a menudo su pueblo natal.
Así pues, este barco familiar que aseguraron estar a nombre del cuñado, tiene 10 metros de eslora, y estaba amarrado justo delante de Mugardos, en una zona donde no se permite la entrada de ningún barco que no sea del Estado, destinado a operaciones militares. Pero en ningún caso para ocio personal de una persona, esté dentro o fuera del ejército.
Entonces, ahora hace más de un año, Casteleiro excusó la presencia de esta embarcación de recreo porque no encontraban lugar donde dejarlo pero aseguró que estaban en trámites para sacarlo. Una anomalía que no tuvo ninguna repercusión política o sancionable por parte de la administración, pero sí salió en los medios.
Robles, hoy, ha alabado su nombramiento y cierra filas: "Queremos un CNI como es, respetable y respetado. Y en este paso adelante, de orgullo de lo que tenemos, la sucesora será una mujer que hace prácticamente 40 años que está en el CNI, Esperanza Casteleiro".