Entre una escena berlanguiana y el esperpento valleinclanesco, España nunca defrauda en cuanto a espectáculo. Los disturbios de la extrema derecha en Madrid contra la amnistía y contra los pactos con el independentismo catalán han dejado un buen conjunto de escenas dantescas y surrealistas, con grupos de neofascistas y pijos enfrentándose por primera vez a la policía española y llorando porque los están "tratando como catalanes", CDR o manifestantes de izquierdas. Entre ellas, destaca de este martes por la noche una persecución de película —concretamente de Benny Hill-— de hasta cuatro antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policial español detrás de una chica detenida, que aprovecha un descuido para huir deprisa del furgón policial. "¡Que quiero ir a casa, joder!", grita cuando la atrapan y es detenida otra vez.

La detenida argumenta entre balbuceos que se tiene que marchar a casa con sus hijos y alerta de que tengan cuidado con su bolso: "¡Mi bolso, mi bolso! ¡Que me tengo que ir con mis hijos, joder!", grita, una vez está rodeada de antidisturbios, y asegura que solo estaba por allí porque estaba volviendo a casa y no le dejaban pasar por la manifestación y los disturbios. "¡Adentro, que estás detenida, cállate la boca!", le responde un policía, mientras otro la vuelve a meter dentro del furgón.

Seis detenidos en la segunda noche de disturbios

La segunda noche de disturbios en torno a la sede del PSOE en Madrid ha acabado con un balance de seis personas detenidas. Según fuentes del ministerio de Interior, se trata de cinco hombres y una mujer de entre 19 y 44 años, y un menor de edad de 17 años. Aparte, 30 agentes de la Policía Nacional española han resultado heridos de diversa consideración. Cerca de 7.000 personas se concentraron en la calle Ferraz para protestar por las negociaciones de los socialistas con el independentismo catalán por la ley de amnistía. La sede del PSOE estaba blindada por la policía, pero hacia las diez de la noche la tensión estalló y hubo lanzamientos de objetos y un intento de romper el cordón policial. Los agentes hicieron cargas, lanzaron pelotas de goma y gases lacrimógenos.

La manifestación que se llevó a cabo el martes por la noche dispuso de un contundente despliegue policial que pudo evitar que los manifestantes fueran más allá de las vallas colocadas por las autoridades para contener la convocatoria hasta las diez de la noche. En este punto, sin embargo, el intento de romper el cordón provocó la reacción de la policía. Concretamente, los concentrados ante la línea policial, muchos de los cuales encapuchados y de perfil ultra, empezaron a lanzar objetos y algunos petardos a los agentes. Acto seguido los agentes empezaron a disparar salvas de aviso y algunos furgones se movieron en círculos por la calle Marqués de Urquijo. La escalada de la tensión provocó algunas carrerillas y las pocas personas que quedaban en la concentración se marcharon.

Después de dos cargas y del lanzamiento de pelotas de goma y gases lacrimógenos, los agentes disolvieron al menos parte de la concentración y recuperaron el control. Aunque la situación se restableció en Ferraz, las carreras se dispersaron por todo el barrio, con pequeños grupos de jóvenes moviendo contenedores y lanzando botellas. Hacia las once menos cuarto de la noche los alrededores de la sede del PSOE mostraban un escenario de sirenas policiales y ambulancias atendiendo heridos. En el suelo se acumulaban botellas rotas, restos de petardos y parte del mobiliario urbano, utilizado durante la batalla campal en un ambiente cargado de olor de cerveza.